Él Mauricio es Macri. “El mejor Equipo” “el mejor peaje” para una reposera de semidios o empresario desaprensivo; que intenta negar hacerse cargo de la responsabilidad de la causa y efectos de la gestión política de tantos años. Ya no puede desdoblar su soberbia virtual, presencial; ni plegar el tiempo de sus fracasos. Muestra, demuestra, su riqueza (in)debida desde costa Azul, Mónaco, Paris. ¿Podrá Cambiemos hacerse cargo, descargo, de la pasión por la ignorancia contagiada en la masa de precursores, seguidores? En el parlamento mostró que su llamado imperial pudo mas que horas de conversación democrática quiere crear condiciones para quedarse en FIFA?
“A la sociedad argentina” se dirigen los terapistas intensivos y dicen: “los médicos, enfermeros, kinesiólogos y otros miembros de la comunidad de la terapia intensiva sentimos que estamos perdiendo la batalla. Sentimos que estamos perdiendo la batalla. Sentimos que los recursos para salvar los pacientes con coronavirus se están agotando”.
¿La política de Macri se sostiene en la destrucción del” otro” colaborador; esta vez será por goteo de “los que deban morir…”? Destruir los lugares de conversación con mentiras o chicanas. Especulación capitalista neoliberal de raíz cruel y despiadada. Macri huye y avanza a siglos atrás. “Cualquiera puede tener un momento psicótico”-dice-, una pasión inútil, una locura, un acto sin responsabilidad: pero el neoliberalismo es estructural, y es responsable de la riqueza(in)debida de muchos. Y… del dañó del Otro trabajador, singular, colectivo, democrático.
Mientras, los integrantes de los equipos de Salud reservan sus angustias y donan descanso, cansancio, valor, a los ciudadanos y ciudadanas que sin pedir necesitan de solidaridad.
Por Ricardo Arias – Invierno 2020