No nos da lo mismo

Por Felipe Baldonado y Sebastián Rovira

En cada esquina de nuestra ciudad hay una historia por contar y un sueño por cumplir. Cada detalle, por más pequeño que parezca, forma parte del tejido vivo de una ciudad que late al ritmo de la vida cotidiana.

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La política, en su esencia más pura, es el arte de escuchar a quienes habitan estos espacios y trabajar incansablemente para que cada rincón sea un lugar digno donde vivir. Desde las aulas de nuestras escuelas, la calidad de atención en las salitas hasta las camas de nuestros hospitales, pasando por las calles donde la seguridad debería ser una garantía, cada persona cuenta, cada voz importa, cada acción debe tener un propósito claro y concreto.

Sin embargo, cuando el abandono recae sobre la ciudad, cuando la distancia se impone sobre la cercanía y cuando las promesas se diluyen en el tiempo, es momento de repensar hacia dónde va nuestra ciudad y de no ser indiferentes frente a estas situaciones, porque somos un enorme grupo de personas a quienes no nos da lo mismo.

En cada uno de los encuentros o actividades que mantenemos con vecinos y vecinas nos llevamos una mezcla de sentimientos. Por un lado, sentimos el desamparo y el abandono por no ser escuchados por las autoridades que tienen la responsabilidad de gobernar. Pero, por otro lado, nunca dejamos de percibir el orgullo de vivir en Tigre y esa esperanza que se sostiene del recuerdo de nuestros anteriores intendentes, Massa y Ubieto, que supieron poner a nuestra ciudad en lo más alto. Desafortunadamente, lo que nos encontramos hoy es que Tigre no ha tenido grandes logros en los últimos años: pasamos de ser un municipio líder a quedar estancados en el tiempo; mientras nuestras ciudades vecinas no dejan de crecer y se vuelven más atractivas y con mejores servicios que nosotros. Pareciera que la gestión municipal dejó de tener como prioridad resolver los problemas de la gente y se ocupa de amedrentar a quien no piense como ellos.

El reciente acto de hostigamiento sufrido por Malena Galmarini por parte del Centro de Operaciones Tigre (COT), es un claro ejemplo de la falta de compromiso del actual intendente con los valores democráticos y la libertad de expresión.

Estas situaciones, como jóvenes y como vecinos de Tigre, nos preocupan y ocupan a pensar qué es lo que queremos para nuestra ciudad en los próximos años. Queremos volver a vivir en un distrito que sea líder en todo el país, que le de lugar a las innovaciones tecnológicas, ambientales y educativas enmarcadas en planificaciones urbanas que vayan más allá de uno o dos mandatos. Necesitamos una intendenta o intendente que decida ir un paso más adelante y se convierta en un líder para toda la comunidad. Necesitamos a una intendenta a la que no le de lo mismo, se haga cargo de los problemas de la gente y represente un proyecto político superador. La única que sintetiza todas estas características, conoce a Tigre de punta a punta y tiene la experiencia que se necesita es Malena Galmarini.