El 3 de junio de 2015 fue un antes y después para el movimiento feminista, una convocatoria lanzada a través de las redes sociales bajo la consigna “Ni Una Menos”, como respuesta a una serie de femicidios ocurridos en el país, movilizó alrededor de 500 mil personas en diferentes localidades de la Argentina.
Aquellas manifestaciones permitieron dar mayor visibilidad a reclamos que el movimiento feminista venía sosteniendo desde hacía años, y significó un parteaguas para que la agenda de los feminismos adquiriera un lugar central dentro del debate público.
La muerte de Chiara Páez dió el puntapié para que muchas mujeres en Argentina dijeran basta y gritaran que no se puede tolerar la muerte de ninguna más. Chiara tenía 15 años y estaba embarazada, su novio la mató a golpes. Según su declaración la mató porque ella se había negado a abortar. Un femicidio más que nos dolió e interpeló, pero esta vez nos organizamos y salimos a gritar fuerte que ya no nos pueden seguir matando solo por el hecho de ser mujeres.
Hoy a siete años de aquella movilización histórica, lamentablemente seguimos contando con números y estadísticas que nos marcan que falta mucho camino por recorrer. Desde el Observatorio de las violencias de genero de “Ahora Que, Si Nos ven”, en Argentina entre el 1 de enero y 30 de abril de 2022 se registraron 104 femicidios: 1 femicidio cada 29 horas. De estos femicidios el 60% fue cometido por las parejas y ex parejas de las víctimas. Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, el 25% de los femicidios fueron con armas de fuego. Estas alarmantes cifras muestran y rompen con la creencia de quien nos ataca es un desconocido, sino que nosotrxs mismos conocemos al agresor.
La justicia tiene una gran deuda con las mujeres y LGBTIQ+ en Argentina, de los 104 femicidios cometidos en este año, el 15% de las mujeres habían realizado al menos una denuncia y, un 6% tenían una medida de protección judicial. Sin embargo, fueron asesinadas dejando ver una vez más la negligencia e impericia del Poder Judicial por no tomar medidas eficaces para proteger a las víctimas, como también de las fuerzas de seguridad que miran para un costado cuando tienen que controlar a los agresores. Siendo, además parte del problema, demostrado por el registro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde se indica que el 18% de los femicidios fueron cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas.
Todas estas cifras nos tienen que invitar a seguir reflexionando, trabajando y militando en todos los ámbitos sobre estas cuestiones. Como militantes políticos del feminismo popular sabemos que tenemos que seguir estando en cada barrio y con cada vecino y vecina, sosteniendo esos espacios donde se pueda reflexionar sobre ejes que nos interpelen y que nos permitan buscar respuestas concretas para hacer frente tanto al machismo como a las consecuencias que ha dejado el neoliberalismo en nuestro pueblo, siendo las más crudas las que golpean a los sectores populares y a las mujeres, particularmente.
El movimiento NI UNA MENOS junto con la MAREA VERDE en los últimos años ha avanzado y han logrado avances en la masividad de sus reclamos e incluso en la conquista de derechos, pero seguimos reclamando que una mujer es asesinada cada 29 horas, que las cifras de femicidio no han sufrido modificaciones significativas en estos 7 años. Este 3 de junio se convoca a movilizar desde las 17 horas de Plaza de Mayo a Congreso bajo la consigna “NI UNA MENOS. Vivas, libres y desendeudadas nos queremos”. Exigiendo, además, el salario universal para mujeres y diversidades.
PAREN DE MATARNOS
Por Lumila Villarreal – Lic. en Ciencia Política – Asesora legislativa en PBA – Militante del Frente de mujeres e igualdad de géneros y Frente Ambiental de La Cámpora.