Mucho más que un General, un verdadero Padre de la Patria

Desde chicos aprendimos a respetar la figura del General Don José de San Martín; conocemos su batallas, la figura del Gran Capitán, Libertador de América. Leímos sobre su vida como padre dedicado y amoroso abuelo. 

Lo que hoy quiero resaltar de su vida, al conmemorarse el 172° aniversario de su fallecimiento, es el altísimo valor que daba el Padre de la Patria a la educación.

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el culto de los próceres no deja de encerrar un peligro. El muerto se endurece en estatua, el ser que fue de carne y hueso, en un simulacro de mármol. Las batallas degeneran en días feriados o en fáciles pretextos para la retórica palabrera. Nadie ha sufrido más que el general José de San Martín de esa veneración rutinaria y casi indiferente”. (1)

El General Don José de San Martín nos inspira no sólo por su entrega y gloria en el campo de batalla, sino también, y muy especialmente,  por la grandeza interior de su ser; por los valores que inculcó y practicó tanto en su vida pública como privada.

Formado en Europa en los ideales de libertad e igualdad afianzados por la Revolución Francesa, los que puso en práctica, San Martín fue un entusiasta promotor del valor de la educación como camino y sostén de la paz y de la libertad. Libertad que tuvo como siempre como norte en su vida al servicio de la Patria.

Consciente de que la libertad de América conseguida en el campo de batalla no sería perdurable sin el cultivo de las ciencias, las letras y las artes como vehículos de prosperidad, bregó a lo largo de su vida por una educación igualitaria para todos los sectores de las sociedad: ricos y pobres, hombres y mujeres, cualquiera fuera el credo que profesaran.

Así, tras declarar la Independencia del Perú en 1821, firmó el decreto de creación de la Biblioteca Nacional (de Perú, en Lima) a la que donó su colección personal de más de 600 volúmenes, los más, incunables; definiéndola como “una de las obras emprendidas que prometen más ventajas a la causa americana” porque se la destinaba “a la ilustración universal, más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia”.(2)

Como jefe militar, se preocupó en lograr que los integrantes del Ejército que organizaba, especialmente lo oficiales, tuvieran una preparación profesional cimentada sobre profundos valores humanos, morales y éticos, que les permitiera erigirse en ejemplo de sus subordinados y de sus conciudadanos. San Martín estaba convencido -y las glorias obtenidas por sus ejércitos lo confirmaron- de que el Honor, la Disciplina, el Espíritu de Cuerpo y la Ética, son los cuatro pilares que fundan organizaciones altamente eficaces y aseguran el cumplimiento de la finalidad que ellas tienen.

También como padre dedicó su pequeña fortuna y su empeño en dar lo que él consideraba el mejor modelo de educación para su hija. Gran parte de su legado intelectual y ejemplo de vida quedó consolidado en 12 “Máximas” que escribió en 1825 para Merceditas. En éstas plasma su  visión sobre la educación a través de indicaciones que hacen a la formación de una persona sana e íntegra moralmente, prescindiendo del tiempo y el espacio en que ellas fueran aplicadas.

No sólo  apuntó San Martín a normas de buenas costumbres sino también y especialmente a aquéllas que hacen a la bondad y a la caridad, al respeto hacia todas las religiones como muestra de tolerancia, reglas de humildad, de morigeración en el hablar,  de fiel apego a la verdad, de respeto a la propiedad ajena, y especialmente al amor a la Patria y a la Libertad.

Hoy, una buena forma de honrar la memoria del Padre la Patria es seguir enarbolando la bandera de la educación.

Hoy más que nunca, luego de tantos meses sin que nuestros niños y jóvenes pudieran gozar de una educación formal plena en las escuelas, debemos continuar sembrando la semilla de la educación y de la igualdad que ella logra.

Porque la educación es camino y sustento de la libertad.

Porque la educación iguala.

Porque la educación nos forma como ciudadanos responsables, atentos a los sectores más vulnerables y vigías permanentes del respeto a la Constitución Nacional y la forma de gobierno, derechos y garantías que ésta sostiene.

“Los días de estreno de los establecimientos de ilustración, son tan luctuosos para los tiranos, como plausibles a los amantes de la libertad” (3)

Porque la educación transmite valores y principios y éstos necesitan a su vez de la educación para dar sus frutos.

Si queremos una sociedad libre, inclusiva, próspera, respetuosa de las normas, atenta a los sectores vulnerables, tolerante, creativa … esos son los valores que tenemos que transmitir a nuestros jóvenes.

Si queremos un país unido, que se ponga de pie y mire al futuro con dignidad, ese es el modelo que debemos transmitir a las futuras generaciones: el del individuo que, como el General San Martín, valora y respeta sus principios y que no usa el poder para conquistar sino para liberar; el del individuo que trabaja y se esfuerza para logar sus objetivos, que practica en su vida lo exige de otros; que es responsable y consecuente con su discurso.

No es casual que José de San Martín hubiera privilegiado tanto el aspecto educativo; él tenía el objetivo de liberar América; lo logró en la batalla;  la educación era para él el complemento indispensable para sostener esa libertad; sin educación no hay progreso y sin éste la libertad es insostenible.

Como homenaje al Libertador sigamos la senda que trazó con su ejemplo de virtud, con una vida de excepción, consagrada a consolidar la dignidad del hombre, en base a los austeros principios con que acuñó la libertad de medio continente y asumamos un compromiso serio con la educación.-

Por María Gabriela Hernández – Abogada – Profesora en Ciencias Jurídicas – Precandidata a concejal en Escobar por Juntos

Mail: mgh@tagliani-hernández.com.ar     

(1) fragmento de “Prólogo”, a González Roura, Octavio. San Martín, el hombre, el héroe. Prólogo de Jorge Luis Borges. Buenos Aires, Plus Ultra, 1972, pp. 9-10; tomado de  Colección idearios Argentinos – 2-  Barcia, Pedro Luis,  Ideario de San Martín. – 1a ed. – San Juan : Fundación Banco de San Juan; Santa Fe: Fundación Nuevo Banco de Santa Fe … [et.al.], 2015

(2) Fuente: El Legado de San Martín. Pensamientos, máximas, sentencias. Instituto Nacional Sanmartiniano, Buenos Aires, 2008. (Lima, 18 de septiembre de 1822, en Carlos I. Salas: Bibliografía del General D. José de San Martín, Buenos Aires, 1910, t. II, p. 244).

(3) Fuente: El Legado de San Martín. Pensamientos, máximas, sentencias. Instituto Nacional Sanmartiniano, Buenos Aires, 2008.  (Decreto fechado en Lima el 14 de septiembre de 1822).