Mons. Ojea pide que el diálogo en el país sea amplio y con agenda consensuada

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, habló de la necesidad de un “diálogo fructífero, lo más amplio posible y con agenda consensuada¨ de sus protagonistas, en momentos en que el Gobierno busca acuerdos básicos con la oposición sobre diez puntos de política socioeconómica. El prelado detalló, además, cuatro características que hacen que el diálogo sea efectivo.

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, habló de la necesidad de un “diálogo fructífero, lo más amplio posible y con agenda consensuada”, en momentos en que el Gobierno busca acuerdos básicos con la oposición sobre diez puntos de política socioeconómica. 

“Nosotros creemos en la posibilidad de un diálogo fructífero y le pedimos al Señor que los argentinos tengamos el coraje de poder dialogar entre nosotros para sacar el país adelante”, subrayó en una entrevista concedida a la agencia Télam en Roma, donde el prelado participa del segundo grupo en visita ad límina. 
En relación con la propuesta de la Casa Rosada de abrir una instancia de diálogo con la oposición, el obispo consideró que para que sea fructífero, “es necesario que el espectro de los actores sea lo más amplio posible” y que, advirtió, “no imponga agenda”. 
“Un diálogo auténtico no se da solo entre tres o cuatro personas, no solo a nivel de partidos políticos, sino también a distintas actividades fundamentales para la Patria”, puntualizó, y sostuvo: “Para dialogar primero hay que escuchar. Es necesario consensuar agendas, cuáles son los puntos, cuáles son los temas, para un diálogo fructífero, participativo y conducente”. 
Monseñor Ojea destacó las “expectativas positivas” de los 29 obispos argentinos que integran el segundo grupo que viajó a Roma y que el próximo viernes tendrá una audiencia con el papa Francisco. 
“Tenemos muchas expectativas positivas sobre estos días, en continuidad con lo que hizo el primer grupo”, añadió. 
El obispo advirtió que se está “frente a un futuro que se presenta con oscuridad y la Iglesia tiene que ser una luz de esperanza y colaborar desde su propio lugar para salir adelante de esta situación difícil del país”. 
“Para un encuentro auténtico y verdadero hay que saber encontrar consensos, y ahí entramos en el tema del diálogo, de cómo se crece en un verdadero diálogo. Cualquiera que tome el Gobierno, para ser efectivo, va a tener que dialogar con sectores de distinto pensamiento, de distinta historia”, afirmó. 
La Argentina “tiene que salir a partir de un consenso muy grande en cuestiones básicas”, reflexionó, y recordó: “En su primera encíclica, Ecclesiam suam, san Pablo VI tocaba el tema del diálogo y hablaba de cómo a la Iglesia, que es experta en humanidad, debía ser experta en el diálogo”. 
“Allí ponía cuatro características para que el diálogo sea fructífero, efectivo, que no se transforme en un monólogo o en la escucha del propio discurso sin escuchar lo que está diciendo la otra parte. Debe ser claro, confiado, sencillo y prudente”, añadió. 
Monseñor Ojea subrayó que ese diálogo “debe estar expresado en un lenguaje inteligible para las partes y que no traicione el pensamiento y la veracidad de los que lo emiten” y completó: “De ahí se parte de una veracidad del diálogo”. 
“La confianza significa no estar atado ni escuchando solamente mi propia voz sino estar abierto a que mi propia voz pueda transformar al interlocutor y que el pensamiento del interlocutor pueda transformarme a mí. En un encuentro nadie queda igual si hay una escucha verdadera. Sin confianza el diálogo es inútil”, detalló en alusión a la segunda condición que debe tener un diálogo. 
Monseñor Ojea señaló que “la tercera condición que enumeró san Pablo VI es la sencillez, ser claros y directos, sin segundas intenciones” y precisó: “La cuarta condición es la prudencia, considerar la historia del interlocutor, que no es la mía, y su pensamiento tiene que ver con esa historia”.

brickel