Malena Galmarini

“La gratitud es la memoria del corazón”.

ABSTRACT

Con soltura, sencillez y afectuosidad, atenta a lo que pasa dentro y también a lo que pasa afuera a través de su teléfono celular, comienza a cebar el mate que lleva inscripto su nombre, mientras la conversación nos va envolviendo en un sinfín de intensas experiencias que comparte entre mate y mate.  Palabras que se vuelcan de lleno hacia lo personal para volver siempre alrededor de Tigre, ese lugar impregnado de pasiones que la atrapa cuando habla de esas tierras que la vieron crecer, formar su familia y desarrollar su trabajo en sintonía y cercanía con los vecinos.
Mientras pide a uno de sus compañeros de equipo calentar el agua, expresiva, espontanea y conversadora Malena cuenta sobre sus dos hijos y la maternidad, y el relato invita a los recuerdos sobre una época algo ahora distante de embarazos y partos, entremezclado de su salud que se conjuga de desgarros, hernias de herencia familiar y dolores físicos actuales testigos de una logística diaria de trabajo arduo y sin freno, de una presencia continua en la vida de su familia y de sus amigos, de una personalidad que pone el cuerpo con pasión en todo lo que emprende y una vida que denomina “ATR”.
De un linaje de mujeres empoderadas, de una infancia envuelta en discursos sobre política y sociedad y de aprendizajes sobre la importancia del trabajo, movida por valores como la lealtad y la solidaridad, aun cuando se encuentra con esos 5 minutos de furia en los que la realidad invita a rendirse, Malena da cuenta del amor y la fuerza con la que cada día decide continuar su lucha por una sociedad más justa.

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DATOS HISTOBIOGRAFICOS
Nombre completo: Malena Galmarini
Fecha de nacimiento:   5/5/75                  Edad: 44 años
Lugar de Nacimiento: San Isidro              Domicilio Actual: Rincón de Milberg, Tigre
Estructura familiar primaria: Padre (Fernando, militante, estudió sin concluir comercio exterior y profesorado de educación física. Comenzó su militancia junto al Cura Mujica); Madre (Marcela Durrieu, 68 años, padres separados, trabajadora desde joven tras el fallecimiento de su madre a sus 16 años. Médica pediatra. Ejerció hasta el año ´85 y luego se abocó al trabajo en políticas públicas. Descendiente de la aristocracia húngara: “Tengo sangre azul, de la monarquía de Sissi, la primer princesa feminista”).

Como familia ensamblada Malena es la hija mayor de otros dos hermanos, del segundo matrimonio del padre. Por parte del padre, 8 años menor que su madre, tiene además dos hermanas mayores, Bernardita y Socorro del primer matrimonio y un hermano menor posterior a la separación de sus padres. “Eso nos dio un estilo de familia más relajado, en donde nadie exige a nadie más de lo que puede brindar, somos un bloque donde estamos si hay quilombo, pero no generamos conflicto”.

Recordó su infancia de manera feliz, “con privaciones, pero con padres que no mostraban esa falta, en una casa muy lúdica, donde compartíamos mucho, en Beccar, San Isidro”. Expresó que sus padres eran de “empujarnos para que hagamos las cosas por nosotros mismos, que seamos autónomos, pero mi mamá intermediaba en la relación con mi papá”.
En relación a sus vínculos intrafamiliares expresó recordar su casa como un matriarcado, donde su madre y sus abuelas eran “minas muy empoderadas para aquel momento histórico” y a lo que agregó, “mi vieja es una especia de heroína para mí”.

Estado civil: Casada con Sergio Tomás Massa (Abogado; político, líder del Frente Renovador; ex Intendente del Partido de Tigre; ex Diputado Nacional). “Con Sergio nos juntamos siendo muy jóvenes, yo tenía 21 años y el 24 y armamos nuestra familia en Tigre.  Hicimos nuestra casa de a cachos, modelándola a medida que crecía la familia”.
Tienen juntos dos hijos adolescentes: Milagros, 16 años y Tomás (Toto), 13 años. “Ser mamá es muy intenso, porque el ritmo de criar hijos es intenso y se conjuga con mi vida y la de mi marido que es ATR todo el día, además de que tengo hijos curiosos, sociales, creativos, con mil actividades”. Relató que mantiene una muy buena comunicación con ellos y que se escribe por teléfono e interactúa con ambos durante el día, estando a disposición por cualquier situación que los hijos quieran comentarle.

Refirió que son muy diferentes entre sí, “por lo que se pelean un poco. Mili tiene mayor mundo interno y Toto está rodeado de un millón de amigos”. Considerando sus particularidades, expresó que comparte diversas actividades con cada uno, acompañando a Toto en el fútbol “en todo partido local, porque hasta Tigre lo sigo, pero después me pierdo cuando me habla de otros equipos” y a Mili en sus propios intereses. “Mili es muy militante en cuestiones de género y ambientales, como el cambio climático, lee mucho y pareciera que maduro de golpe. Con ella compartimos libros, aunque admito que Mili es quien primero los lee y me aconseja cuáles leer y cuáles no”.

Tal como dice haber sido criada, replica el modelo de una crianza basada en el desarrollo de la autonomía de sus hijos, “estoy pendiente sin invadirlos, generando una relación de extrema confianza”, a lo que agregó que si bien sabe que es “la primera opción” para sus hijos, rompiendo y transformando el mandato familiar, elige no intermediar en la relación entre ellos y su padre, “cada uno tiene su relación”.

Sobre la dinámica familiar, si bien trabaja hasta muy tarde y su marido incluso más, expresó que tanto ella como Sergio están muy presentes en la vida de sus hijos, “es una casa donde entramos y salimos todo el tiempo, no hay una rutina tradicional, sino un contacto permanente que hace la relación más intensa. Somos muy pegotes entre los cuatro, entonces de pronto estamos todos sentados en el mismo sillón aunque haya otros tantos sillones donde sentarnos en la casa”.

Agregó que se reparten las tareas de los hijos con Sergio, en función de la habilidad personal, por ejemplo con las distintas asignaturas escolares, y del tiempo que cada uno disponga, y expresó que incluyen a los hijos en las temáticas que dialogan, “no hay secretos en la familia, todo lo hablamos frente a los chicos”.
Como casi toda madre con hijos adolescentes en los tiempos actuales dijo sentirse temerosa por los mismos, viendo en su hija Mili una joven “cuidadosa, respetuosa y prudente”, pero sin poder saber “como son los otros”.
Nivel académico: Lic. En Cs. Políticas.
Profesión/Ocupación: Concejal de Tigre.

ENTREVISTA:
¿Cómo es Malena?
“Malena es fuerte, pero con mucha sensibilidad. Soy de reírme a carcajadas, mientras que tengo ese oído agudo para escuchar que le pasa al otro y a mí misma. Soy autosuficiente, resolutiva y muy exigente, no me gustan las cosas a medias y no creo en los ´ni´. Tengo postura sobre los temas y también apertura al diálogo, discuto pero con argumento y siendo a la vez flexible, si lo del otro me cuadra entiendo y cambio. Soy una mula de trabajo, porque me gusta trabajar no figurar. Soy cabrona, pero se me pasa a los cinco minutos. Los 40 es un clivaje en mi vida, llegué sabiendo quien soy, que quiero, cuales son mis virtudes y cuales mis defectos”.

 ¿Cómo es un día en la vida de Malena?
“Vivo a mil, a veces me voy de mi casa y ni siquiera me miro al espejo. Siempre ando pensando en algo, hasta cuando me ducho. Pensando, creando, inventando cosas. Así me pasa que ni me entero del chusmerío, no tengo tiempo y es una manera de guardar energía para lo importante”.

¿Cuáles estrategias usas para que tantos pensamientos se conviertan en acciones concretas?
“En primer lugar eso es gracias a que tengo un gran equipo, sino quedaría todo en ideas. Además, voy anotando todo, en un whats app o en papel, y una o dos veces por semana necesito un par de horas a solas para acomodar lo escrito y ver hacia donde quiero ir”.

Y tu equipo de trabajo ¿cómo favorece en la concreción de esas ideas?
“Si hay un talento que tengo es el de armar equipo, soy de tirar definiciones y después explicar y mientras estoy reunida con otros también hablo mucho en voz alta, así vamos perfeccionando ideas y desarrollándolas entre varios. Es por eso que me resulta fundamental tener un buen equipo, con formación, creativos, informados y que tengan un mismo estilo al mío. Así, yo sé que puedo tirar la pelota y ellos la siguen”.

¿Cuán importante es tu espacio laboral?
“Donde voy a trabajar imprimo una onda hogareña. Estoy de paso en la vida, pero no en mi oficina, necesito que sea un lugar cálido y donde haya paz. Los lugares que me hacen mal no voy, donde no quiero estar no estoy”.

¿Qué es Tigre en la vida de Malena?
“Tigre es mi casa, no nací en Tigre, pero lo elegí para vivir. Mucha de mi infancia la pasé en Tigre por varias razones. Mi mejor amiga iba al Colegio Santa Teresa, donde ahora va mi hija, y a mis hermanos les gustaba pescar y nos íbamos a Dique Luján, cuando aun no estaba el puente. Tigre era como el patio de mi casa, veníamos mucho, callejeábamos. A mediados de los 90, cuando mi casa quedó rodeada de las Lomas de San Isidro, sentí que ese ya no era mi lugar y encontré en Tigre mi lugar, donde mis hijos pudieran tener una infancia parecida a la mía, de gente trabajadora, cerca del rio, donde me gusta su aroma a pueblo, con vecinos que se conocen entre sí.  Yo siento que siempre fui un poco de Tigre y que soy fan de este lugar donde elegí formar mi familia”.

¿Cómo proyectas tu futuro?
“En mi casa, en Rincón, con los vecinos cerca, con un compromiso con los vecinos, con el territorio y trabajando en el ámbito público, donde ves no solo los beneficios de una buena política pública, sino las necesidades de la gente y la posibilidad de modificar la vida de la gente. Desde ese lugar me veo muy comprometida con Tigre. Mi trabajo municipal fue por lejos la mejor experiencia, con la amargura de lo que queda por hacer. Para mi es el lugar, lo público, donde puedo hacer cosas y brindar lo mejor de mí, es donde me veo en el futuro”.

¿Cómo percibís el futuro de Tigre?
“Tigre es un municipio con mucho futuro, tiene muchas posibilidades de crecer, de expandirse en tierras, con población joven y albergando nuevas generaciones, con la cercanía de la Panamericana, el turismo y mucho potencial económico. Debemos trabajar mucho, sobre todo en una Argentina en crisis. Por eso, cuando a mi no me dan los brazos pienso en que hay gente con frio y con hambre que no se pueden dar el lujo de bajar los brazos, por lo que entiendo que no tengo el derecho a darme por vencida”.

¿Qué es el amor para Malena?
“Es la conjunción de muchos otros sentimientos. El amor es lo que cada uno necesita. Yo soy apasionada y leal. El amor es la solidaridad, la generosidad y la pasión, como lo principal”.

¿Cuáles son tus pasiones?
“Mi familia, toda, y mis amigos como parte de mi familia. Si me los tocan sale la guerrera. Soy apasionada de la justicia como valor intrínseco en la sociedad y, sobre todo, soy apasionada por Tigre, mi club, esos colores que me atraviesan por el barrio, porque juega mi hermano y porque ahora también mi hijo es fan”.

Una frase:
“La gratitud es la memoria del corazón”, me la dijeron una vez y me quedó, es la lealtad como parte importante del amor.