Los proyectos son los que le dan sentido a la vida, están guiados por los deseos, por lo que se quiere lograr, son el motor que impulsa a seguir adelante. No importa qué tipo de proyecto sea, algunos serán en relación al trabajo, otros serán en relación a una pareja, a los hijos. Todas las áreas de la vida del ser humano deben ser tenidas en cuenta a la hora de proyectar, ya que hablamos de un ser integral y con distintos roles en la vida. En realidad, hay tantos deseos en juego como personas en el universo. Todo depende de lo que se quiere en la vida.
En la clínica, es importe hacer una evaluación de cómo andan los proyectos, las motivaciones, las ganas de levantarse cada mañana, con un ¿por qué? – ¿para qué?
La falta de ellos pueden ser un indicador de depresión, ya que son los que vinculan nuestro presente con el futuro.
En estos tiempos de pandemia, donde todo suele verse más preocupante después de tantos días de restricciones, de cuidados a los que no estábamos acostumbrados, es saludable y necesario tener la capacidad de atesorar esos proyectos y hasta repensarlos ya que muchos han quedado postergados. pero pensemos que solo es un -para más adelante, no pensarlos como perdidos, para evitar la frustración.
Cuanto más conozcas de tu personalidad, más factible será llevarlos a cabo. Es importante saber dónde están las potencialidades, en que aspectos se es más eficaz, cuanta persistencia se tiene frente a posibilidades de dificultades, que pueden presentarse. Como es la capacidad de resiliencia, y cuan equilibrada es la autoestima, ya que sostiene nuestro auto concepto. Igual de importante es tener en cuenta la capacidad de adaptación, de poder modificar tanto en el tiempo como en el armado del proyecto.
No olviden que el factor más importante, es poder soñar, y luego pensar en cómo volver realidad ese sueño.
Por Lic. Débora González. – Psicologa – M.P 93209
