Lo que nos dejó el Seminario Anual de Discapacidad en la Universidad de San Isidro

Los días 2 y 3 de diciembre se realizó el Seminario Anual de Discapacidad, iniciativa organizada por la Universidad de San Isidro “Dr. Plácido Marín” y la Universidad Católica Argentina, en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, fecha que se conmemora cada 3 de diciembre.

El objetivo fue claro, reflexionar acerca de las barreras socio-ambientales con las que se encuentra una persona con discapacidad en la vida cotidiana y proponer buenas prácticas superadoras. Asimismo, la actividad estuvo dirigida por diferentes especialistas junto a personas con discapacidad que relataron sus experiencias de vida en primera persona.

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El encuentro comenzó con la temática de Vivienda y Vida independiente, donde miembros de la asociación civil Senderos del Sembrador contaron la experiencia de Casa Vergara, una vivienda convivencial para adultos con discapacidad intelectual. 

En cuanto al rol de los profesionales en esta práctica, Andrea Cuttica explicó “en lugar de profesionales evaluando y viendo qué es lo que piensan que el otro necesita, se piensa mucho más en la persona y su contexto”. Y continuó “lo interesante es que la motivación es sumamente alta cuando se va en esa dirección, porque es lo que realmente quieren hacer”.

“Piensen la cantidad de veces que uno puede escuchar, sobre todo respecto a personas con discapacidad intelectual, cosas como que tiene poca atención, no le interesa, no está apegado a las tareas; y qué poco nos preguntamos qué pobreza debe haber en nuestra propuesta para que tenga tan baja adhesión” agregó Karina Guerschberg, directora de Senderos del Sembrador. “Si se les ofrece los apoyos adecuados, pueden decidir y ser protagonistas de sus vidas. Que no haya apoyos es una barrera y eso me parece que es lo central”, afirmó.

“Me gustaría que la gente que estuvo participando hoy haya podido ver en primera persona de que se trata el respeto cuando hablamos del respeto hacia las personas con discapacidad intelectual desde los ejemplo que contamos pero también de cómo nos manejamos en vivo con las personas con discapacidad”. Y explicó “cuando Paula pregunta qué significa esto y nosotros frenamos lo que estamos diciendo y lo explicamos en lenguaje más sencillo, eso es accesibilidad cognitiva. Entonces, de esa manera, estamos respetando la participación de Paula”, concluyó Guerschberg.

En segundo lugar, se abordó el tema del Empleo y la inclusión laboral junto a miembros de la Asociación del Desarrollo para la Educación Integral (ADDEI), el ANSES y la empresa Bristol-Myers Squibb, que mostraron alternativas y experiencias de empleo para personas con discapacidad. 

“Lo interesante de poder mostrar experiencias concretas es que la gente lo escuche. Esto va generando nuevas posibilidades, además de promover una concientización y abrir las puertas”, expresó Patricia Bollini, directora de ADDEI.

“No veía mi discapacidad porque tampoco mis padres nunca me la hicieron ver”, contaba Sofía Fernández (21 años), quien tiene artrogriposis y trabaja en la parte de Archivos de Anses. “Trataban de mantenerme bien de alguna manera pero ese bien fue para mal porque ayudándome y protegiéndome excesivamente no pude lograr ver mis competencias laborales, no pude ver que apoyos necesitaba”, continuó. 

“El trabajo me dio la independencia que buscaba, independencia de mi familia, de buscar otro camino, de desarrollarme como persona”. “Pero no es solamente darle un trabajo a una persona con discapacidad y ya está, sino todo el recorrido. El apoyo es fundamental y hoy en día puedo sostener mi trabajo”, manifestó satisfecha.

“Cuando los jóvenes toman conciencia de lo que tienen o le ponen nombre como Sofi, después crecen así, en tan poco tiempo, realmente es sorprendente”, agregó Bollini. “Lo importante es continuar concientizando que la inclusión laboral es posible, que se debe hacer adecuadamente, que se debe tener en cuenta las características del futuro trabajador y las características del trabajo”, sintetizó.

Por último, se reflexionó en torno a la Formación y capacitación inclusivas, junto a la experiencia única de la Universidad de San Isidro con el Programa de Inclusión de Jóvenes con Discapacidad Intelectual.

“Una experiencia mayor es la de la USI, de incorporar personas con discapacidad en el ámbito universitario. Eso digo que son palabras mayores porque significa que hemos trabajado los trayectos anteriores para que las personas puedan llegar con cierta comodidad, con cierta pertinencia al ámbito universitario y no hacer como un si estuviera en la universidad, sino que esté realmente en la universidad”, destacó Liliana Pantano, directora de la Carrera de Especialización en Estudios Sociales de la Discapacidad (UCA).

“Me parece una experiencia maravillosa adaptar a la universidad los apoyos que pueden estar en primario y secundario, y además tener aliados como es el profesor común y decano que también tiene una obligación con su claustro de ir transmitiendo todas estas cosas. Me parece sumamente enriquecedor desde todo punto de vista. Por otra parte, creo que los objetivos que se han puesto son objetivos posibles porque se trata de equiparar no de igualar todo”, continuó Pantano.

“No se pueden hacer estas cosas de forma aislada, por más luces que se tengan esto hay que hacerlo en equipo, hay que trabajar mucho y juntos, que creo que es lo que ha atravesado esta experiencia”, reflexionó Josefa Satragno, directora Diplomatura en Inclusión Educativa de niños y jóvenes con NEE.

“Lo más importante es que puedan conocer a los jóvenes. Si los conocen seguramente van a descubrir el valor que cada uno tiene, desde sus características, su perfil, sus predilecciones, su ser, su forma integral. El encuentro permite descubrir al otro, descubrir a los jóvenes con los que estamos trabajando y descubrirnos también a nosotros, cuántas cosas nos unen, cuanto potencial hay para desarrollarnos. Eso es una maravilla y además es esperanza”, resaltó Satragno. 

Por otra parte, Ricardo Gross, coordinador de la Secretaría de Integración Comunitaria de la Municipalidad de San Isidro, agregó “hoy vemos desinformación, no sólo de la gente en general, sino en la gente dedicada a la discapacidad y a las personas con discapacidad también. Sólo hace falta entrar a una página de Facebook u otra red social donde personas con discapacidad o sus familias hacen alguna consulta y le prestamos atención a algunas respuestas que dan, disparatadas, y que las dan con una contundencia y una seguridad terrible. Por eso, me parece importantísimo generar estos espacios de formación para poder informar correctamente a la gente y no desinformar”.

Durante el cierre del encuentro, Pantano señaló “ayer y hoy conmemoramos un día de la discapacidad como no debe ser de otra manera, con las personas con discapacidad, y generando aprendizajes mutuos y convivencia”. “No es fácil armar un panel con personas con discapacidad, particularmente con discapacidad intelectual. El profesional o la familia que acompaña tiene que estar muy compenetrado para generar el espacio para que haya sintonía, y eso en las mesas se vio perfectamente”. 

Por último, Gross señaló “es destacable que dos instituciones como la UCA y la USI se hayan podido juntar, por más que tengan raíces diferentes, antigüedades diferentes y modos de formación diferente, pudieron hacer este excelente seminario y es un ejemplo a seguir este trabajo en red”.