Hace 45 años la ONU declaró el 8 de marzo como el Día internacional de la mujer, fue después de décadas de organización y lucha de las mujeres para poder tener igualdad de condiciones que los varones.
Después de años de revolución, de manifestaciones, de pedidos de justicia, todavía el hecho de ser mujer, torta, travas, trans, bisexual o no binarie sigue siendo un factor de riesgo, no queremos vivir ni naturalizar la violencia que ejerce la sociedad patriarcal en la que estamos establecides, necesitamos un estado presente, con políticas públicas efectivas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género.
Queremos una sociedad que nos acompañe en esta lucha, que no le preste más atención a una pared pintada que a un femicidio, que no pregunté que tan corta era la minifalda, que no se pregunte por que andábamos solas de noche, que no justifiquen bajo ninguna circunstancia el por que nos matan.
¡Nos faltan pibas y nos sobra dolor y rabia! Tendríamos que estar contando metas y sueños de nuestras hermanas, pero en cambio estamos contando los asesinatos de muchas. Según los datos del Observatorio Mumala: “Mujeres, disidencias y derechos” entre el 1 de enero hasta el 26 de febrero se cometieron 43 femicidios y en los pocos días de marzo hubo 1 femicidio cada 12 horas. Son cifras que duelen, nuestra rabia no se va a ir, porque ellas necesitan justicia.
El 8M y 9M paramos, lo hacemos para que se vea todo lo que nos falta. Este año estamos a punto de seguir haciendo historia, después de años de salir a las calles estamos cerca de ser libres de elegir si queremos o no ejercer la maternidad, de poder tener la soberanía de nuestros propios cuerpos, de que por fin sea legal, seguro y gratuito, exigimos al Estado que garantice nuestro derecho como tiene que ser.
Si nosotras paramos, paramos al mundo, acá estamos y acá nos vamos a quedar.
Nos vemos en las calles.
Por Yesica Benitez – referente MUMALA Tigre – Libres del Sur
