Levantemos el culo de la silla

El que va a Sevilla pierde su silla. Refrán popular. 1460.

Estamos en tiempos electorales y eso significa lisa y llanamente época de interrogaciones. Existen aquellos que se preguntan sobre el posible resultado de la próxima compulsa electoral, otros en el oficialismo, sobre el logro o no del quorum propio en la cámara de diputados, del lado opuesto querrán adivinar sobre la factibilidad de remontar la derrota estrepitosa que sufrieron en provincia de Buenos Aires a manos del Pueblo y Axel Kicillof. Todas son preguntas que por ahora no cuentan con respuesta definitiva.

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Pero, en nuestro caso preferimos reflexionar sobre otros dilemas, como, por ejemplo, ¿cómo se producen las instancias de cambio social en las diferentes épocas política? Y ojo, pensamos en “transformación”, no en revolución. Y ahí la evidencia histórica responde que solo con el protagonismo de los Pueblos ello es posible. Así sucedió desde la revolución francesa, hasta la caída de la última dictadura cívico – militar-eclesiástica en Argentina. Aquí enfrentamos a dos obstáculos íntimamente vinculados para que ello no ocurra en un sistema Presidencialista y una democracia representativa. El primer obstáculo opera generando la falsa ilusión en los habitantes, de que todo depende del grado de iluminación o inteligencia de una persona, el segundo es lo necesario que como decía mi abuela “levantemos el culo” de la silla para alcanzar aquello que deseamos como comunidad. Tal vez por eso, ponemos nuestra energía en dilucidar las respuestas a los primeros interrogantes planteados al inicio de estas reflexiones.

Con todo esto, pretendo decir que las próximas elecciones y sus resultados no carecen de importancia. El pasado 7 de agosto, se movilizaron entre el Santuario de San Cayetano en Liniers y la Pza. de mayo 300.000 almas representativas del 11% de desocupados que existen en nuestro mundo laboral y del 40% de trabajadores informales de la PEA. El trabajo formal en nuestro país no alcanza al 50% del mercado de trabajo y demás está decir, que revertir en esta última categoría no es garantía de permanecer por fuera del mundo de la pobreza. Con ese panorama, ¿les parece que todo ese sector de la masa popular debería quedarse (como decía mi abuela) esperando el resultado de la próxima compulsa electoral? Ellos, los trabajadores, saben que la historia la construyen los pueblos en su caminar en el presente, nadie regala un porvenir venturoso, es a través de la construcción y lucha política como hizo el Gral. Perón, hay continuar la tarea y ese caminar es lucha y conflicto. El Pueblo reconoce que fracasos y logros, depende de su propia experiencia y sabiduría. La democracia argentina – atravesada por el neoliberalismo- expone un presidente del cual se supone que posee el poder, cuando en realidad el poder real está en otro lado (remitimos a las declaraciones de CFK en ese sentido) y que hayamos parido una Constitución Nacional conservadora, que reniega de la participación popular, herramienta fundamental de transformación real de la realidad institucional a favor del pueblo. Apostamos a que se alcance el deseado quorum de TODOS en la Cámara de Diputados de la nación.  Las elecciones también es una lucha peronista; es cada integrante del Pueblo, el que desea y lucha por mantener y dar futuro a esa relacion política popular.  La presencia en todas las trincheras y espacios de la experiencia política es donde cada uno en el colectivo nacional y popular tiene su lugar afirmativo y la responsabilidad ética de compartir el futuro.

Por José Manuel Grima – Mariano Añon – Ricardo Arias – Agrupación Sudeste – Invierno 2021