Las Yaguareté: un equipo de mujeres

Lo hemos escrito: entre el nombre de la ciudad de Tigre y el equipo de rugby Los Pumas están las fábulas del origen de sus nombres y las consecuencias en la realidad. Entre sus ambigüedades y malentendidos, va surgiendo el YAGUARETE como una expresión de autenticidad de origen fundante.

Otra vez las mujeres se ubican a la vanguardia de la claridad conceptual e histórica. El desarrollo del deporte del rugby, mérito de muchas generaciones, va encontrando su perfil singular a través de la construcción social plural sin exclusiones.” Que maravillosa es la capacidad de ver lo que se tiene justo delante”. Dwight Macdonald -1949-.

brickel

Para no seguir con la simpleza del brillo de la confusión que las antecede, las deportistas del seleccionado de rugby femenino han decidido institucionalmente denominarse Las Yaguaretés.

Los y las Yaguareté viven de frente a la historia y la cultura y por fuera de los palacios vuelven a surgir, en otro territorio que le es conocido y propio: la zona norte del AMBA.

Desde 1964 la camiseta del seleccionado nacional masculino de rugby tiene un escudo con una imagen de un Yaguareté, y sin embargo son conocidos mundialmente como Los Pumas porque en la gira a Sudáfrica de 1965, un periodista de ese país, que no tenía la menor idea ni respeto, no entendió la explicación de por qué es un símbolo el Yaguareté en la Argentina y decidió llamar a los deportistas “Pumas”; le resulto más simple. Imito el modo en que los sudafricanos identificaban a su seleccionado mayor, los Springboks, llamándolos Les Gazelles por los animales que llevaban en su escudo. Luego los cambios políticos en Sudafrica, han producido modificaciones en relación con a la imagen de la gacela Springboks, que estaba asociada al deporte “blanco” racista del apartheid. Derrotado este, en 1992 se adoptó,” la flor “Protea Rey” como emblema de todos los equipos deportivos de Sudáfrica La nominación “Pumas”, entonces, nace del desconocimiento y mediocre voluntad de un periodista y la aceptación de hecho de los integrantes de la selección XV, que deseosos de identidad y nombre aceptaron la tergiversación de la realidad. Los integrantes de la selección “Argentina XV” no representaban oficialmente a Argentina pues en Sudáfrica imperaba un gobierno que ejercía el Apartheid. Algunos integrantes de “Los Pumas” no conocían nada de la realidad socio política de Sudáfrica. Nelson Mandela estuvo prisionero del régimen -durante 27 años (1963-1990)- en penosas condiciones; el gobierno de Sudáfrica rechazaba todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. No obstante, el partido se jugó.

La Gira de los Pumas 1965 fue la primera que realizó, sucedió del 8 de mayo al 26 de junio de 1965 en las entonces Rodesia del Sur ( ya no existe) y Unión Sudafricana.

Allí los argentinos enfrentaron al seleccionado rodesiano y recibieron el apodo “Pumas” tras vencer a los  Springboks, fue cuando ese periodista sudafricano le resulto complicado pronunciar Yaguareté al bordado en las camisetas y lo modifico, arbitrariamente, llamándolos Pumas. El resultado del encuentro, que se disputó en el mítico estadio Ellis Park de Johannesburgo fue 11-6.

 No es dato menor que políticamente la Unión Sudafricana nace con la victoria del Partido Nacional en 1948, y que construyo una arquitectura jurídico-institucional racista, sustentada en la doctrina del apartheid, que preconizaba la supremacía de la raza blanca, la segregación y discriminación social, económica, cultural, política y territorial en perjuicio de la mayoría negra de las poblaciones nativas como de las comunidades de origen indio.

 Pero se jugó sin jugar la identidad de Argentina como nación. Esta se oponía a las políticas racistas sudafricanas. Por eso, otra vez más, la jugarreta de tapar una cosa por otra. Un nombre por otro. Si pasa – pasa. No todo fue negativo, al menos para los argentinos.

Hoy, sin jugarretas, una vez más las mujeres están firmes y en avanzada. Aprendiendo de la experiencia, recientemente decidieron que el seleccionado argentino de rugby femenino se llame” Las Yaguaretés”. Un nombre que es propio y que está muy presente y con resonancia en todo el país que significa en lengua guaraní “fiera autentica”.

“Tener un nombre propio autentico potencia la personalidad del equipo. Sintetiza su fiereza, como así también la capacidad para enfrentar la adversidad en equipo” dicen ellas.

 Así, Las Yaguaretés, iniciara su juego valorando su nombre propio sin confusión ni jugarretas ideológicas. Los hechos, la imagen y la palabra esta vez coinciden.

Por Ricardo Arias – Clint Fara – Agrupacion Sudeste – verano 2022