La elección de la fecha responde a la conmemoración del brutal asesinato en 1961 de las tres hermanas Mirabal –Las mariposas Mirabal- Minerva, Patria y María Teresa, defensoras de los derechos ciudadanos de las mujeres en la República Dominicana, quienes fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
La violación de los derechos fundamentales de las mujeres y la violencia ejercida contra ellas, puede tomar diversas formas, agresiones o maltratos físicos, amenaza, acoso, hostigamiento, humillación, manipulación aislamiento, insulto, indiferencia, ridiculización, la violación, abuso sexual, trata de mujeres, la limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida digna, la percepción de un salario menor por igual tarea y la reproducción de patrones estereotipados que reproduzcan dominación, desigualdad o subordinación de la mujer en la sociedad, entre otras.
La página de la ONU nos facilita datos alarmantes tales como que:
- En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental.
- Solo el 52% de las mujeres casadas o que viven en pareja decide libremente sobre las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y su salud sexual.
- Al menos 200 millones de mujeres y niñas se han visto sometidas a la mutilación genital femenina.
- El 71% de las víctimas de la trata en todo el mundo son mujeres y niñas, y 3 de cada 4 de ellas son utilizadas para la explotación sexual.
- La violencia contra la mujer es una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductiva tan grave como el cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de tránsito y la malaria combinados
Los obstáculos, condicionamientos y restricciones que atraviesan las mujeres y otras identidades feminizadas están siendo cuestionados, problematizados y debatidos. Desarrollarnos en plenitud, igualdad y de manera sostenible implicará dar un paso firme desde el texto y la reflexión hacia la acción.
Esto se materializará profundizando la implementación de políticas públicas que dan respuesta a este flagelo y exigiendo que se destinen recursos suficientes para cumplir con el enorme objetivo de que la violencia contra la mujer sea erradicada.
Razones y propósitos abundan, hemos dado grandes pasos en lo atinente a visibilizar la violencia y la importancia de una profunda transformación ,y, todavía hay un enorme camino por recorrer. Principalmente las mujeres deberemos ser firmes guardianas de la efectiva aplicación de las leyes protectorias vigentes en Argentina, entre ellas rige desde el año 2009 la Ley Nacional N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, que tiene por objeto entre otros promover y garantizar la eliminación de la discriminación entre mujeres y varones; El derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia; La remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres; El acceso a la justicia de las mujeres que padecen violencia; La asistencia integral a las mujeres que padecen violencia.
¿Cómo apoyamos esta causa en lo cotidiano? Con palabras, acciones, repensando nuestras actitudes, dejando de culpabilizar a aquellas personas que se encuentran atravesando por una situación de violencia, mostrando tolerancia cero ante cualquier hecho de violencia, escuchando testimonios, acompañando a quienes necesitan de nuestra ayuda, multiplicando el mensaje.
Todas y todos debemos hablar un mismo lenguaje de respeto a la dignidad humana y a la no discriminación, en el marco de la incorporación de la perspectiva de género, único camino admisible en un mundo de diversidad, de respeto de las expresiones y libertades individuales.
Hacernos escuchar, caminar tomadas de las manos, accionar colectivamente para darle fuerza a nuestro reclamo que no admite dudas ni dilaciones. El horizonte será una vida libre de estereotipos, percepciones y preconceptos que limitan a las mujeres. Una vida libre de violencia, que afecta su integridad psicofísica, dignidad y desarrollo personal.
“Queremos ser libres. Las mariposas son libres. La humanidad no podrá negarnos aquello que le concede a las mariposas”
Por Lorena Vogel – Directora Municipal de Políticas de Género de la Municipalidad de Escobar – Militante Peronista y Feminista