Las listas los ilustran

La presentación de las listas para las próximas elecciones mostró que en ambos “lados de la grieta” se viven verdaderas crisis políticas.

El oficialismo especuló hasta último momento con la definición de quién encabezaría la boleta, no por la abundancia de variantes sino porque tuvo serios problemas en conseguir un candidato capaz de reivindicar su gestión durante los casi dos años que llevan ocupando la Casa Rosada y la gobernación. No es para menos: los que prometían venir a solucionar el desastre económico del macrismo, el crecimiento del desempleo, de la pobreza y una inflación inaguantable han profundizado cada uno de estos padecimientos. En la actualidad más de la mitad de la población bonaerense es pobre, el desempleo se incrementó en un 20% y la inflación no tiene nada que envidiarle a la que nos dejó el gobierno de Cambiemos.

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La presencia de Victoria Tolosa Paz y de Daniel Arroyo del Consejo Nacional de Políticas Sociales y del Ministerio de Desarrollo Social respectivamente, busca presentar un gobierno preocupado por la realidad de quienes menos tienen. La realidad es que lejos de eso, son “funcionarios que no funcionan”, que van a ser relevados de sus cargos por el completo fracaso de su gestión como se ve en el  empeoramiento de las condiciones de vida de los sectores más carenciados.

Mientras todo esto ocurre, Kicillof avanza en la entrega de la provincia a los buitres. Han avanzado en un pre acuerdo por la deuda provincial con los acreedores privados. Las condiciones de ese arreglo son totalmente leoninas, implican un ajuste todavía mayor contra los trabajadores cuando ya no hay bolsillo que aguante. En lugar de atender las necesidades cada vez más acuciantes de la población, el gobernador bonaerense se recuesta sobre Sergio Berni, un ministro ultra reaccionario cuya respuesta al descontento social es lo que pasó en Guernica: más represión y militarización de los barrios. No es casualidad que cuando crece el deterioro social aumenten también los casos de gatillo fácil. El caso de Facundo Astudillo Castro es un claro ejemplo de esta política.

La oposición patronal no es una alternativa a estas políticas; su fracaso está todavía muy fresco en la memoria popular como para escuchar sus recetas a los problemas que ellos mismos contribuyeron en generar. Ni la candidatura de Diego Santilli, ni el intento de presentar un actor externo a la política como Facundo Manes consiguen ocultar que la coalición opositora es responsable de la situación que vivimos.

El Frente de Izquierda Unidad es la única fuerza que enfrentó en las calles el ajuste macrista y el del gobierno actual, que está presente en cada lucha de las y los trabajadores, que defiende los puestos de trabajo, el salario y las jubilaciones que los otros achican de manera sistemática. La lista que encabezo, junto con Nicolás Del Caño y Néstor Pitrola, contrasta con las demás por su composición y su programa: mientras las del Frente de Todos y Juntos están plagadas de empresarios y burócratas, las nuestras contienen a los representantes de las luchas, de los trabajadores ocupados y desocupados con un programa de salida del pueblo a la crisis en la que los que gobiernan y gobernaron hundieron al país. Como hacemos cada día, en estas elecciones el Frente de Izquierda Unidad nos unimos para enfrentar el ajuste y  la entrega al FMi. Como hacemos diariamente, en estas elecciones vamos a defender a la mayoría de la población.

Por Romina Del Plá, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda Unidad en Provincia de Buenos Aires