“La felicidad de un pueblo, en cuanto se refiere a sus medios de vida, se logra con una adecuada legislación en materia de justicia social y una equitativa distribución de la ayuda social” Eva Duarte de Perón 28 de julio de 1948
La solidaridad es sinónimo de justicia social. Ser solidario es pensar en los otros, es acompañarlos y es brindarse, que cada una de las decisiones tenga en su horizonte el bienestar y la equidad.
Desde los inicios del peronismo la solidaridad tuvo como prioridad a los desposeídos, a los que no tenían nada, aquellos que estaban fuera del mundo del trabajo y cuyo acceso a las necesidades básicas se hacía imposible sin alguien que pensara en ellos.
La tarea solidaria no fue nunca una dádiva ni una propina. Los desposeídos, especialmente las mujeres, fueron el objetivo principal de un gobierno que puso en acción todas las medidas posibles para que los beneficios se multiplicaran, a través de la inclusión y de la generación de empleo, pero principalmente a partir de la ampliación de derechos sociales.
Cuando llegamos al gobierno tuvimos que volver a poner a los excluidos en el centro de la escena y a pocos meses de haber asumido nos encontramos con una enfermedad que afectó a todo el planeta. El COVID-19 cambió los ejes de acción pero no los objetivos finales: una sociedad justa que incluyera a todas y todos.
Por eso, en el peor momento de la pandemia, la mirada estuvo puesta principalmente en los que menos tenían. Programas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se instrumentaron para atender de forma inmediata a las y los bonaerenses que habían perdido o disminuido sus ingresos, aquellos que se encontraban desempleados y que estaban excluidos de las acciones estatales en los últimos cuatro años.
Y fue en esa pandemia donde también se demostró que ser solidarios era actuar en conjunto, donde cada bonaerense se cuidó y cuidó a los demás, donde el personal de salud y los docentes brindaron sus conocimientos y priorizaron su rol social poniendo a los demás por encima de todo. Hoy, con la campaña de vacunación más importante de la historia en marcha, también demostramos que la solidaridad se construye en conjunto y ya son millones los que recibieron las dosis que permiten pensar en un futuro esperanzador.
Las políticas implementadas por nuestro gobierno tienen como base la recuperación de las fuentes de trabajo, la inclusión a partir de la educación, el acceso igualitario a la salud y una redistribución del ingreso que garantice la equidad. No es la solidaridad entendida como limosna, sino que son herramientas precisas de transformación social. Es acercar el Estado a los que más lo necesitan para construir una Nación para todos.
Como peronistas creemos en la solidaridad social, especialmente en un momento donde el mundo necesitó establecer lazos distintos en un panorama totalmente novedoso. La solidaridad está en las raíces del peronismo, es una forma de gobernar que tiene como lema que la patria siempre es el otro.
Con la bandera de la justicia social, trabajamos día a día por una nueva sociedad solidaria donde comencemos por los que nada tienen para que el Estado los acompañe.
Por María Teresa García – Ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires
