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La pelota, la pelota no se mancha?

Por Jorge Arias*

Un 10 de noviembre del 2001, cuatro años después de su retiro oficial, la Bombonera fue escenario de una de las tardes más emotivas que hayan podido existir en la vida de Diego Armando Maradona, en la Bombonera, en un partido homenaje y despedida con figuras del fútbol mundial la hinchada de Boca se unió en una “misa futbolística” para honrar a su dios de la pelota. Allí, dándose una especie de auto abrazo, ese que todos le queríamos dar en ese momento, pronunció uno de sus discursos más memorables, emocionando a millones alrededor de todo el mundo: “Es increíble, ahora el mundo ve lo que es la hinchada de Boca y los argentinos. La pasión que tienen por el fútbol y la pasión que gracias a Dios tienen por un número diez que alguna vez les arrancó una sonrisa. Yo la verdad que no sé con qué pagarles. Yo traté de ser feliz jugando al fútbol, y de hacerlos felices a todos ustedes, y creo que lo logré. Y la verdad que hoy no me lo esperaba. Esto es demasiado para una persona y para un jugador de fútbol, les agradezco con mi corazón… “Les agradezco en nombre de mis hijas, en nombre de mi vieja, de mi viejo, de Guillermo y de todos los jugadores de fútbol del mundo. El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, eso no le quepa la menor duda a nadie… Porque se equivoque uno, no tiene que pagar el fútbol!. Yo me equivoqué y pagué, pero… la pelota, la pelota no se mancha“. Con esa frase que quedaría en la historia Diego pediría perdón y se perdonaría, en un solo acto, por los errores cometidos.

No sé (aunque imagino que sí) si como dice la canción, desde el cielo Diego está alentándolo a Leonel, pero también mirará con ojos de asombro lo que sucedió tras el triunfo en semifinales de Argentina 3-0 sobre Croacia. Mientras millones de argentinos, en pueblos y ciudades salían a las calles a festejar, con inmensa alegría ese éxito deportivo, pasaban otras cosas… ¡seguramente muchas!, pero quiero aquí rescatar dos que tuve oportunidad de ver en dos canales en esa tarde-noche.

Situación 1: En C5N un reconocido periodista vociferaba “paren de reprimir” y denunciaba que el gobierno de la CABA estaba reprimiendo al pueblo que había salido a festejar el triunfo en el Obelisco. La situación real era que la policía actuaba para detener a algunos chorros que aprovechaban el tumulto para apropiarse de celulares y otros objetos de valor.

Situación 2: En La Nación+ otro reconocido periodista comandaba un panel de destacados intelectuales reunidos para evaluar “el riesgo de que un gobierno populista y sin límites utilizara el triunfo deportivo para intentar perpetuarse en el poder”. La situación real es que este gobierno está tecleando y “con respirador artificial” tratando de llegar sin terminar de deshilacharse a las próximas elecciones.

¿Qué ven que yo no veo? ¿Dónde está esa información secreta que les permite anunciar al mundo cosas que no suceden? ¿Estamos todos locos y no vemos lo que ellos ven? ¿Vivimos en una realidad paralela?

Creo que es más simple y sólo caben dos interpretaciones posibles:

  1. Están cegados por su fanatismo e interpretan la realidad de modo tan sesgado que su “problemita sico-ideológico” los lleva a ver cosas que no suceden; o
  2. Responden a intereses sectoriales en la que no importa ni la verdad ni la realidad, sólo se trata de la post verdad, esa en la que la realidad no importa, sino la que se trabaja y se crea sobre medias verdades y falsedades, construyendo un relato que “los fieles” (aquella gente que ha sido fidelizada acentuando sus temores, o sus odios) están ansiosos de recibir, como si fuera maná del cielo.

Estos días de gran alegría popular merecen ser respetados con la misma fidelidad con la que Diego y Leo tratan a la pelota. El festejo popular es un momento escaso y glorioso… no respeta credo, religión ni ideologías, elimina diferencias de todo tipo, une, glorifica, ensalza, nos hace amar Argentina y amarnos a los argentinos, pese a nuestras diferencias. ¿Es tan difícil entender que es un momento que merece el máximo respeto de parte de comunicadores, opinólogos e incluso hasta de los esforzados laburantes de la grieta y la división entre los argentinos? ¿Es tan difícil que expertos profesionales de la comunicación vean que tn este caso aplica la máxima madoneana “la pelota, la pelota no se mancha”?

¿Dónde está el interruptor que les pone “mute”? yo les prometo que cuando pase todo esto les gritaremos, a viva voz, como a los distraídos de una reunión de zoom… “estás muteado!!!!” para que rompan este glorioso instante de silencio y respeto al fervor popular que grita ¡AR GEN TI NA… AR GEN TI NAAA!!!

* Jorge Arias – Consultor político, dirige el Índice de Desarrollo Democrático de Argentina IDD-AR

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