Mucho se ha escrito sobre la participación de los vecinos para resolver problemas de seguridad y claramente se han hecho muchos intentos para que existan ámbitos de trabajo, donde los ciudadanos puedan volcar sus inquietudes para hacer un diagnóstico de los problemas de seguridad y darles respuesta.
Sin dudas alguna, los foros de seguridad creados en épocas del ministro Arslanian fueron una revolución en ese sentido, pero no fue la única, ya que cuando se creó la Secretaría de Protección Ciudadana en Tigre, también tenía una dirección de participación comunitaria y luego la problemática se trabajó con reuniones barriales.
Pero desde hace unos años cuando los municipios fueron tomando el control de la seguridad local, tanto con la policía local, como con las herramientas tecnológicas de seguridad que maneja el sistema de Protección Ciudadana, se fue dejando de lado la participación ciudadana, reduciéndola solo una dependencia de asistencia a la víctima.
Es decir que tanto la policía, como el Municipio se interesan en recibirnos cuando ya hemos sido víctimas de un delito, no solo para denunciarlo sino para poder aportar datos que les permite correr detrás de los problemas de seguridad que vivimos los ciudadanos.
La información que puede dar alguien que vive en el barrio, la mirada de los múltiples problemas que enfrentan en alguna zona y el conocimiento del territorio pueden ser útiles claramente a la hora de diseñar políticas públicas especificas en cada localidad, pero esa participación hoy no tiene canales donde vincular a la policía, las autoridades municipales y al ciudadano.
En estos días ha comenzado un nuevo año legislativo, lleno de desafíos, de proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestros vecinos, pero sin dudas nuestra mirada debe estar puesta en el aporte que estos pueden hacer en cada reclamo o en cada critica.
Definitivamente desde la política tenemos que generar esos canales y construir esa confianza con el vecino que nos acerque a los problemas, a las vivencias y que esa cercanía nos ayude a evitar los hechos de inseguridad en cada barrio.
La tarea no es sencilla, pero tenemos la obligación de intentarlo siempre, para que Tigre pueda mejorar necesitamos estar juntos. Ese debe ser nuestro gran desafío.
Por Maximiliano Picco – Concejal – Bloque Juntos por el Cambio