Era el 2 de Junio del 2019, domingo, nos fuimos a Córdoba, dejando todo el pueblo de Victoria y alrededores casi vacío. Fuimos con las esperanzas, el corazón latiendo a mil, algunos en auto, otros en micros y el resto en avión. Me acuerdo que luego del 5 a 0 a los Tucumanos, saque los dos pasajes, sin saber si llegaríamos, pero el equipo venia jugando lindo, a pesar del descenso.
Pase a buscar a mi padrino a las 4,30 de la mañana rumbo a Aeroparque, no pude dormir en toda la noche. Entusiasmados, tomamos los recaudos necesario por si nos encontrábamos con los hinchas de Boca, llegamos al aeropuerto y era todo AZUL y ROJO, ya teníamos lágrimas, ya se sentía que la familia Tigrense estaba en una fiesta sin importar el resultado que se daría por la tarde noche.
Llegamos a Córdoba bien temprano, eran como las 7AM, llegamos al departamento que alquilamos dos habitaciones, compartida de un matrimonio joven, que nunca se imaginaron a quien le habían alquilado, el flaco hincha de Belgrano, obviamente ese día estaba de nuestro lado. No había mate, así que le dije a mi padrino, vamos para el Hotel donde están los jugadores… allá fuimos, nos metimos en el hotel, tomamos un café… yo muy cholulo, me saque foto con todos los que pude, ya estaba, para mí era un día fantástico.
Luego un poco caminando y otro poquito en colectivo, llegamos al estadio. Un policía nos hizo el aguante y nos acompañó a cruzar toda la hinchada de Boca, porque nos dejó del otro lado. Llegamos al punto de encuentro, esperando a unos amigos de la cancha… Obviamente me cruce con muchos conocidos, hasta un compañero de laburo que me brindo asado, vino y pan…
Cantamos, cantamos, alentamos y faltaban como tres horas para recién ingresar al estadio…
Fuaaaaaaa – entramos, nuestro lado ya estaba a pleno, misma fiesta que aquella final en la cancha de Racing, nuestras caras, todos con sonrisas, hola por acá, hola por allá.. los mensajes que no salían… llegaron los bombos y banderas. Estábamos todos! – Y después de los benditos 90 minutos, que te soy sincero por momentos parecieron una eternidad y por momentos se pasó volando.
Llego nuestra ansiada primer ESTRELLA, llego ese campeonato, ese que no se nos dio años atrás. No estaba llorando, me abrazaba con todos, cantábamos, hasta que llame a mi casa y ahí fui un mar de lágrimas… lo recuerdo y se me pone la piel de riber.
Gracias al equipo, club y cuerpo técnico – Siempre quedaran en la historia de nuestro club y en la memoria de nuestros corazones.
Faltan más detalles, pero no quería extenderme tanto, pero les dejo: MC Donals luego del partido Bosteros y Nosotros (imagínate) – Vuelo de vuelta…. Hay diossss
Por Gustavo Amante
