La nueva Política

Hoy quiero hablar de la nueva política, de nosotros, los que no sabemos de oratoria, los que no entendemos de cómo convencer a la gente, los que no vendemos discursos hermosos, de los que no decimos lo que la gente quiere escuchar.

Vengo de la presentación del plan de Gobierno de Convocación San Isidro, espacio en el que me sumé en el 2015 en busca de una política que me identifique. Terminó el evento y sentí que faltaba algo… no sé qué, desarmando el evento el camarógrafo me mira y me dice : ” no tengo testimonios… la gente no quiere hablar”, tienen, vergüenza y otros miedo de que el oficialismo los castigue o persiga … ¿como? Digo yo. Reflexiono en silencio y me digo a mi mismo: “ESTO NO PUEDE SER, nuestros testimonios son todo”… porque son REALES. Debemos ser el único partido que no paga actores para que digan lo que la gente quiere escuchar, no pagamos libretos porque nuestro valor es mostrar a gente de verdad sin ensayos y con sus verdades… enseguida me voy al encuentro de dos vecinas a las cuales les digo que si quieren cambiar algo y aportar su grano de arena por favor le hablen a la cámara y le cuenten a más gente lo que vivieron, sintieron, lo que piensan de Marcos nuestro candidato, de las propuestas del plan de gobierno y que nos den un mensaje de aliento, porque el aliento de la gente es lo que nosotros necesitamos para salir todos los días a la calle a transmitir una nueva manera de hacer Política que es ser reales y transparentes.

Nos falló el sonido que finalmente pudimos arreglar, se cayó una tarima, hacia frió, estaba húmedo, Marcos se tuvo que ir porque era el cumpleaños de su hijo y el evento término con una canción de campaña que pusimos desde mi celular y a destiempo y yo preguntándome que podríamos hacer para mejorar y generar más impacto. Y ahora llegando a casa entiendo que no nos falta NADA, que los partidos independientes y reales como Convocación tenemos candidatos reales como Marcos que se tiene que rajar para abrazar a su hijo en su cumpleaños pero que no le falla a su gente, que no tenemos suficiente dinero y que por eso nos puede fallar el sonido, que no somos expertos en oratoria por que no elucubramos grandes estrategias diciendo lo que la gente “quiere escuchar” por qué la gente ya se cansó de eso, porque la política debería ser así de real, con vecinos que se acerquen por interés comunitario y que no sepan que decir frente a una cámara para dar un testimonio. Algo que no se ensaya que es la honestidad, la transparencia, la verdad. Eso no se ensaya, eso sale, brota fluye.
Es increíble como en épocas de campaña afloran tantas frases “perfectas”, tantas fotos “lindas”, tantos vídeo “perfectos”, tantos discursos “convincentes” que pueden pagarse con presupuestos millonarios pero que carecen de esa vida que podemos darles aquellos partidos de vocación que no sabemos de oratoria, pero que sí contamos con el capital de la franqueza, que no inventamos ni pagamos discursos, buscamos que nuestros actos hablen por si solos, no prometemos nada que no podamos cumplir y si somos inexpertos en la manipulación mediática y social así queremos seguir sin forzar absolutamente nada. Esta es la nueva política, la de la espontaneidad, la de la verdad, la de la vocación al servicio del vecino.

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Lucas Maciel