Por María Laura Guazzaroni*
En estos últimos años en la Argentina, se vuelve cada vez más importante recordar el Día Internacional de la Mujer. No es una celebración, sino una fecha para la visibilización de las mujeres empoderadas y con derechos. Es un día para reconocer los logros y avances en la lucha por la igualdad de género, pero también para destacar los desafíos y obstáculos que aún persisten.
En ese sentido, es imposible ignorar el daño que causó el presidente Javier Milei, al disolver el Ministerio de las Mujeres. No solo significó una marcha atrás, sino que también envió un mensaje peligroso sobre el valor que se le da a la vida y la seguridad de las mujeres en nuestro país. De esta manera avanza una política misógina y machista, para perjudicar a las mujeres y las diversidades sexuales de manera concreta.
A ello se suma, la decisión del gobierno nacional de eliminar el fondo fiduciario para asistir a víctimas de trata y para la investigación del delito, es un golpe aún más fuerte a la lucha contra la violencia de género, si tenemos en cuenta que la trata de personas es un delito que afecta mayormente a mujeres y niñas.
Pero además, lo que es aún más alarmante, es la voluntad del presidente de derogar el delito tipificado como femicidio. Se trata de un delito que reconoce la violencia extrema y sistemática contra las mujeres, y su derogación sería un retroceso devastador en la lucha contra la violencia de género.
En contraste, hay ejemplos locales como en el Municipio de Escobar, que promueven medidas y programas para erradicar la desigualdad entre varones y mujeres y establecen acciones para su protección integral. Es una política impulsada por el intendente Ariel Sujarchuk desde el inicio de su gestión, que se lleva adelante a través de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual, en articulación con el Gobierno Provincial y el Poder Judicial.
Es importante recordar que la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) establece la obligación de los Estados de eliminar la discriminación contra la mujer en todas sus formas. Es hora de que Argentina y el resto de los países cumplan con esa obligación.
Es tiempo de redoblar esfuerzos para exigir medidas concretas para proteger y promover los derechos de las mujeres. Es hora de que la sociedad en su conjunto se una para luchar contra la misoginia y la violencia de género, y para construir un mundo más justo y equitativo.
*María Laura Guazzaroni – Presidenta del HCD Escobar