La libertad no es un regalo, es una conquista de todos los días

Por Juan Martín Tito*

El 25 de mayo de 1810, un grupo de valientes patriotas dieron un paso crucial hacia la independencia de Argentina. Ese día, el virrey Cisneros fue destituido y los representantes del Cabildo asumieron el control. Este evento marcó el inicio de un proceso revolucionario que culminaría en la declaración formal de independencia el 9 de julio de 1816. Desde entonces, el 25 de mayo se ha convertido en un símbolo de lucha y esperanza.

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Los próceres de la Revolución de Mayo dejaron frases inspiradoras que resuenan hasta hoy. Cornelio Saavedra afirmó: “Y no quede duda de que es el pueblo el que confiere la autoridad o mando”. Mariano Moreno, por su parte, nos recordó: “Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila”. Y Manuel Belgrano nos legó esta verdad fundamental: “Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado”. Estas palabras nos instan a valorar la libertad como un bien preciado y a luchar por ella incansablemente.

En la actualidad, enfrentamos desafíos que ponen a prueba nuestra libertad. La pandemia, las crisis económicas y las tensiones políticas pueden amenazar nuestros derechos y nuestra dignidad. Sin embargo, el espíritu del 25 de mayo nos recuerda que la libertad no es un regalo pasivo, sino una conquista activa. Debemos seguir defendiendo nuestros derechos, participando en la vida cívica y promoviendo la igualdad para todos.

En este 25 de mayo, reflexionemos sobre nuestra responsabilidad como ciudadanos. Sigamos el ejemplo de los próceres y trabajemos juntos por un futuro donde la libertad sea una realidad para todos. En este 25 de mayo, recordemos que la libertad no es un regalo, sino una conquista constante. Sigamos luchando por un futuro donde todos podamos vivir en plenitud, con derechos y dignidad.

*Juan Martin Tito – Concejal Pilar