El Episcopado entregó al nuevo pontífice una carta formal para una futura visita pastoral. El gesto busca reforzar la comunión con la Santa Sede y renovar el lazo con la tierra natal del papa emérito Francisco.
A un mes del inicio de su pontificado, el papa León XIV recibió una invitación oficial de la Iglesia argentina para realizar una visita pastoral al país. La nota fue entregada en el Vaticano por monseñor Daniel Fernández, obispo de Jujuy y vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), quien se encuentra en Roma en representación del Episcopado.
El pedido, calificado como “esperado” por los obispos, fue firmado por las principales autoridades de la CEA: monseñor Marcelo Colombo (presidente, arzobispo de Mendoza), el cardenal Ángel Rossi SJ (vicepresidente primero, arzobispo de Córdoba), monseñor Daniel Fernández (vicepresidente segundo), y monseñor Raúl Pizarro (secretario general, obispo auxiliar de San Isidro).
“La visita del sucesor de Pedro, aquel que tiene el encargo de confirmarnos en la fe, es un deseo largamente esperado por el pueblo argentino”, señala el texto, fechado el 8 de junio, a un mes exacto de la elección del papa León XIV, quien sucedió al argentino Jorge Mario Bergoglio.
La carta recuerda que el anuncio de la elección del nuevo pontífice coincidió con la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, y que en ese marco los obispos reunidos en Asamblea Plenaria expresaron su alegría y comunión con el nuevo papa. “Renovamos nuestra comunión con su persona y nuestra voluntad de caminar, como Iglesia que peregrina en la Argentina, en fidelidad al Evangelio, en espíritu sinodal y con corazón misionero”, escribieron en aquel primer mensaje.
La visita, de concretarse, marcaría un hito histórico para la Iglesia argentina, no solo por tratarse del sucesor directo del papa Francisco, sino también por el renovado impulso que León XIV busca darle a la relación con América Latina.
La entrega de la carta fue acompañada por un encuentro entre monseñor Fernández y el Santo Padre, donde el obispo argentino pudo transmitir personalmente el deseo de los fieles de su país. Según trascendió, el pedido fue recibido con cordialidad y será evaluado en agenda por la Santa Sede.
