Luego de que la Defensoría del Pueblo bonaerense exigiera que se aplique la perspectiva de género en el proceso, el Tribunal de Casación Penal de la Provincia decidió otorgarle la excarcelación a Marcela Mendoza hasta que se la juzgue de nuevo por la muerte de su expareja.
La intervención del organismo que conduce Guido Lorenzino había sido vital para que se anulara el veredicto y la sentencia del Tribunal Oral Penal III de La Plata que condenó a Mendoza a cadena perpetua, por considerarla responsable de la muerte de su ex.
La anulación había tenido que ver con irregularidades cometidas por el tribunal de juzgamiento, como la valoración de la prueba y la ausencia de perspectiva de género, ya que fue probado que Marcela sufría violencia por parte de su ex pareja, lo que no fue tenido en cuenta por los jueces que la condenaron.
Este escenario había motivado la intervención de la secretaría de Infancia y Políticas de Género de la Defensoría como amicus curae quien, junto a la Facultad de Periodismo de la UNLP, puso el acento en la necesidad de llevar adelante el juicio teniendo en cuenta la situación que atravesaba la procesada en el momento de los hechos.
Además, Casación se apoyó en el pedido del organismo que conduce Guido Lorenzino para otorgarle a Mendoza la excarcelación para esperar en libertad el nuevo juicio fijado para 2022. Como estaba detenida desde 2015, si se mantenía hasta esa fecha su prisión preventiva, se hubiera violado el derecho constitucional que tiene todo acusado de ser juzgado dentro de un plazo razonable.