Site icon NorteOnline

Infodemia: La pandemia de la desinformación

La infodemia consiste en difundir noticias falsas o maliciosas sobre la pandemia de coronavirus y hace que cada vez sea más difícil confiar en fuentes oficiales, en la palabra autorizada de los expertos,en la investigación científica comprobada y en las instituciones. En definitiva, la infodemia produce una desconfianza que hace que toda información genere dudas en lugar de certezas.

La infodemia es sin lugar a dudas un mal que nos acecha como sociedad y corre a mayor velocidad que el virus, invade con noticias poco confiables, maliciosas o falsas, que aumentan el pánico, alimentan la angustia o promueven conductas incorrectas. Ante el riesgo que implica la desinformación o la mala información hay que verificar los datos que circulan para detectar las noticias falsas o inciertas y despejar las dudas que pudieran presentarse. En el marco de la crisis global sanitaria producida por el coronavirus la desinformación puede ser muy peligrosa, las noticias falsas o “fake news” pueden generar angustia y paranoia en la sociedad. En circunstancias como estas, donde las operaciones de desinformación pueden poner en riesgo la salud de las personas, es fundamental informarse correctamente.

Algunos autores distinguen entre “fake news” y noticias falsas “false news” con la hipótesis de que detrás de las “fake news” hay una finalidad política, una intención de provocar daños mediante operaciones políticas. Las noticias falsas, en cambio, pueden surgir de la necesidad de llenar vacíos de información incompleta.

En cuanto a la difusión de noticias falsas, cabe preguntarse  ¿Porqué se viralizan las noticias falsas? Según el libro “fake news,trolls y otros encantos” un motivo podría ser que “esos mensajes virtuales incluyen certezas que los científicos no pueden dar por la dinámica de esta pandemia”.

Por esa razón, la información que debemos tomar en cuenta tiene que provenir de fuentes serias y confiables para no dejarnos llevar por versiones fraudulentas de dudosa procedencia.

Por Matías Fidel-Periodista.

Exit mobile version