Una hipótesis que tiene cierta simplicidad es que la dirigencia, una por una, de Cambiemos son imbéciles. La mayoría de las veces, no tienen idea de lo que está hablando, se posicionan en habladurías, -¿o espían?- para vender, comprar y robar cualquier cosa que sea, que los haga verse “mejor”. Una interpretación es que esto lo hacen porque son buenos vendedores oportunistas. Esos que siempre exageran el producto y, en este caso, el producto es un crimen para vender a bajo precio Patria, Nación, Estado y la paz de los argentinos. Lo interesante es que no están exagerando la verdad, ni siquiera –técnicamente- están mintiendo: ¡ya no saben cuál es la verdad! Su complicidad irresponsable con el bien común hace que la mayor apuesta es la apuesta más destructiva: les da rédito. ¿Suponen que ellos no tendrán que limpiar el desorden, el caos y la muerte que producen?
Mientras destruyen el espíritu de Republica, de Nación y Democracia. ¿Cómo? Al intentar cotidianamente de romper el sentido de pertenencia entre los habitantes, de los vecinos, los trabajadores con las instituciones y su consecuencia es que inhiben la solidaridad y la búsqueda del bien común de modo organizado. Nos enfrentan a una continuidad de problemas perversos en lo económico, sanitario y de convivencia. El “panel” dirigencial de Cambiemos, resulta que, se comportan para que siquiera seamos capaces de ponernos una bendita máscara para defender la vida de todes.
Por Agrupacion Sudeste – Tigre – Ricardo Arias