Un gran amigo de más de 30 años, se convirtió en dirigente a través de su incansable militancia. Ganando espacios dentro de del distrito y de la provincia de Buenos Aires por su nombre, no por portación de apellido.
Gran persona, con responsabilidad, coherencia y honestidad.
Un ejemplo al que muchos demos correligionarios y adversarios deberían tener en cuenta.
Una persona que sabe escuchar al vecino y sabe cuál es el camino para una Argentina más justa.
Arranca un nuevo desafío, ahí estaremos juntos redoblando esfuerzos.
Por Gustavo Amante – Militante Radical