En este 25 de mayo en que celebramos el 211° aniversario de una de las fechas patrias más importantes de la historia argentina quiero hacer un especial homenaje a las mujeres que hicieron historia en nuestra patria.
Desde 1808 el ejército del emperador francés Napoleón Bonaparte había invadido la península ibérica y el rey Carlos IV cedió la corona a su hijo, Fernando VII, quien poco después fue tomado prisionero, parte del territorio español que aún no había sido invadido era gobernado por la Junta de Sevilla.
Hacia 1810 la posición de la resistencia en España estaba debilitada y la Junta de Sevilla también había caído. Al conocerse en el continente americano las buena nuevas motivaron la presión de los criollos, entre los que se encontraban Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano, para obligar al virrey Cisneros a que convocara un Cabildo Abierto y así decidir los pasos a seguir dado que el conflicto en España había hecho que esta perdiera su poder real en el Río de la Plata.
Cisneros convocó el Cabildo Abierto, el cual decidió conformar una Junta de Gobierno con el actual virrey como presidente. El rechazo del pueblo en la Plaza Mayor, hoy Plaza de Mayo, llevó a su disolución y la creación el 25 de mayo de una nueva Junta presidida por Saavedra.
Los relatos de los libros de historia hacen honor a los hombres de la patria, y muy fugaz y románticamente mencionan a alguna de las mujeres que formaron una parte muy importante de nuestra historia, es por ello que mi homenaje en este día es a todos ellos, y fundamentalmente a todas ellas, porque la historia hubiera sido muy diferente sin su participación.
Nuestro pasado está repleto de mujeres que se destacaron tanto como los varones y en muchos aspectos su participación fue tan importante como la de aquellos que conformaron el primer gobierno patrio.
Hubo mujeres, con nombres y apellidos que conocemos y otros que no, que fueron idealistas, que protagonizaron la Revolución del 25 de mayo de 1810 y la Guerra y la Declaración de la Independencia. El hogar de Mariquita Sánchez de Thompson, donde se cantó el Himno Nacional Argentino por primera vez y se ideó la Revolución de mayo de 1810, pero también estaban las que iban al campo de batalla. Entre ellas, una de las más reconocidas fue Juana Azurduy, y estaban las que ya habían tenido participación contra ejércitos, en las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807. Si avanzamos en la historia las vamos a encontrar participando en el Ejército del Norte bajo el mando de Belgrano como, por ejemplo, a Remedios del Valle, apodada, la “Madre de la Patria”.
Como bien lo expresa la Dra en historia Valeria Pita, “las mujeres vivieron sus días antes y después de que los miembros del Cabildo se reunieran y decidieran hacerse cargo del gobierno… la crisis de 1810, movilizó no solo a un sector de varones letrados, con intereses en la administración del gobierno o en el comercio. Las mujeres también se implicaron, tomaron partido, enlazando sus destinos a la causa revolucionaria. Lo hicieron basándose en ideas de igualdad, pueblo, patria, libertad, soberanía, a las que le dieron sentidos específicos.”
Ellas abrieron sus casas. En sus recepciones ya no solo se contaban las noticias de los periódicos europeos. Sus tertulias se convirtieron en ámbitos de discusión. Tiempo después hasta se desprendieron de sus dotes para equipar a los ejércitos patrios.
Invisibilizadas por el relato histórico patriarcal, las mujeres también lucharon por sus ideas y propuestas y por una patria más justa e igualitaria, a partir de las Jornadas de Mayo, muchas mujeres actuaron para que seis años más tarde lográramos independizarnos y sin su participación la historia no sería la misma.
Estas mujeres fueron un pilar en la Argentina naciente, no detrás de los grandes hombres de la época, sino como protagonistas con propia voz.
Por Soledad Alonso – Diputada Provincial por el Frente De Todos