“Gobierno Abierto se trata de una nueva cultura de la comunicación, un nuevo modelo organizativo y la liberación del talento creativo dentro y fuera de los perímetros de la función pública. No hablamos solo de tecnología, sino de una tecnología social y relacional que impulsa y estimula una cultura de cambio en la concepción, gestión y prestación del servicio público.”
Gutiérrez-Rubí, Antoni (2011)
Introducción
Actualmente vemos cómo la rutina diaria se encuentra ante una acelerada transformación, radical y constante. ¿La dirección? parece clara, nadie podría negar la influencia de las nuevas tecnologías y la modernización en cada aspecto de nuestro día a día.
Desde la aparición del correo electrónico, suplantando gran parte de la comunicación por correspondencia, pasando por La TV y Radio por streaming, llegando así a las plataformas que vinieron a simplificar el conocido delivery por teléfono, son millones los ejemplos de aplicaciones que han modificado aspectos cotidianos de nuestra rutina.
La modernización no solo avanza en el sector privado, sino que también lo hace de un modo notorio en la esfera pública, es aquí, donde nos encontrarnos frente a el concepto de Gobierno Abierto.
¿Qué quiere decir Gobierno abierto? Básicamente hablamos de una herramienta que se apoya en las nuevas tecnologías para desarrollar una doble función, por un lado, refuerza la participación ciudadana de forma directa, incorporando a la sociedad civil en la toma de decisiones, y por otro lado es una notable herramienta en el ejercicio de la transparencia activa de los estados, refiriendo esto último a la publicación de datos, estadísticas, informes, etc.
¿Por qué es importante?
Tal como se mencionó, este nuevo fenómeno trae aparejada la utilización de las TICs como puente entre el estado y la sociedad civil, asegurando de esta manera, una mayor y mejor participación ciudadana en los asuntos públicos. En este sentido, se busca empoderar a la sociedad a través de la información, para que la misma asuma el rol de protagonista, tanto en el control y rendición de cuentas, como también en el diseño de políticas públicas eficientes.
En este sentido, la difusión de datos públicos que propone el sistema de gobierno abierto tiene una doble virtud, por un lado, dota de transparencia los procesos llevados a cabo por la gestión en cuestiones de administración del estado (como publicaciones de informes sobre ejecución de presupuestos, asignaciones, procesos de licitaciones y demás cuestiones relativas al uso de los recursos públicos), otorgando de esta manera al ciudadano una notable herramienta de control de los gobernantes. Por otro lado, genera una valiosa biblioteca de datos oficiales, los cuales pueden ser utilizados por distintos actores sociales para investigaciones o relevamientos, e incluso reciclados por el mismo estado, para la elaboración de políticas públicas mejores y más eficientes.
Panorama Actual
En la provincia de Buenos Aires el panorama es poco alentador y queda un largo camino por recorrer, ya que más allá de contar con un portal de datos abiertos, en la práctica resulta algo engorroso consultar esta información, así es que, a la hora de acceder a algunos datos, nos encontramos con información difícil de “traducir”. Un ejemplo claro de esto se da a la hora de consultar datos en materia de presupuesto, donde el portal oficial, nos dirige directamente a leer el documento del presupuesto aprobado por Ley 14.982 o bien a leer tablas de Excel poco claras, lo cual deviene en una difícil (o casi imposible) tarea de compresión sin las facultades técnicas que se requieren, y por lo tanto, muy complicado para el ciudadano común que desee investigarlo. El desafío es claro, los estados no solo deben limitarse a publicar sus datos, sino que deben completar esta tarea haciéndolo de una forma sencilla, amigable y actualizada, para que cualquier interesado en consultar los datos públicos pueda lograrlo de manera efectiva.
Por Facundo Velaz – Abogado – Integrante de la Clínica Jurídica de Acceso a la Información Pública UNLP.