ABSTRACT
Juan Cruz, Martín, Sebastián y Gabriel, un grupo de ex alumnos del Colegio Reconquista a las orillas del Rio Tigre que, casi sin querer, hicieron de un sueño uno de los emprendimientos de mayor renombre en la actualidad nocturna de la Zona Norte de Buenos Aires.
Cuando surge esta escondida cervecería en las calles empedradas de San Fernando, no había nada similar por la zona. El Galpón de Tacuara dio sus primeros pasos, no mucho tiempo atrás, entremezclado de amistad, aprendizaje, química, esfuerzo y pasión, para crecer sin límite y convertirse hoy en un ícono de la cerveza artesanal.
Con fábrica propia, Gabriel encontró en la cerveza aquello que le permite entremezclar y confluir todas sus cualidades personales; un espacio donde jugar a la vez que capacitarse, un medio donde dejarse ser apasionadamente, a la vez que “con poca mirada empresarial” dar sostén y lugar al perfeccionamiento técnico de un producto único e infinito en sus posibilidades como es la cerveza.
Curioso, impulsivo y sentimental este joven, padre de cuatro pequeños, dice haber encontrado en el extenso y peculiar proceso que incluye la fermentación de malta y agua aquello que lo hace feliz. Admite que con su “parte más infantil y voladora juega” y dice saber que es apoyado por un equipo familiar y de socios que cada uno lleva adelante su parte de la mejor manera.
Activo y versátil, el maestro cervecero del Galpón de Tacuara nos enseña que las pasiones se encuentran en el camino aun sin habernos imaginado cual era el trayecto que había que seguir para encontrarlas. Su relato muestra que en la vida algo de pronto aparece para despertarnos y agitarnos, llevándonos en una travesía en la cual la pasión por algo es capaz de envolvernos y transportarnos hacia la felicidad.
Mostrándose cómodo y desinhibido Gabriel relata espontáneamente palabra tras palabra la historia de un proyecto que fue conquistando su vida a la par que la de sus socios y la de muchos de los vecinos de la zona sanfernandina y sus alrededores.
DATOS HISTOBIOGRAFICOS
Nombre completo: Gabriel Furnari
Fecha de nacimiento: 16/4/85 Edad: 34 años
Lugar de Nacimiento: Tigre Domicilio Actual: Tigre Centro
Estructura familiar primaria: Madre (Sandra Yurrebaso, del ´64, nacida en tigre, atiende un kiosco propio); Padre (Pedro, del ´56, nacido en Flores).
Estado civil: Casado hace 15 años con Valeria (32 años, maestra jardinera, nacida en tigre). “Desde los 18 años estamos juntos siempre. Pasé de ser una nene a ser padre con ella, todo juntos, tengo la suerte de poder hacer esto que me hace feliz porque está ella con los nenes”.
Con Valeria tienen cuatro hijos (tres mujeres de 4, 10 y 12 años y su pequeño varón de 2 años de edad). “Somos padres progres que quieren hijos felices”, a lo que agrega que con sus hijos son “de hablar, de confiar. Vemos al otro como otro”.
Nivel académico: Enumeró haber estudiado “un poco de todo” incluyendo psicopedagogía, y locución, sin concluir aquellas carreras. Poco tiempo atrás comenzó a especializarse como maestro cervecero y juez internacional de catas BJCP, perteneciendo a la 1° camada de Beer Sommelier.
Profesión/Ocupación: Gerente de producción y maestro cervecero en Cervecería Tacuara. Juez cervecero BJCP.
ENTREVISTA:
¿Cómo es Gabriel?
“Soy una persona con cierta curiosidad, con deseo de aprender, impulsiva, sentimental y simple. Soy inquieto, me gusta hablar, salir con amigos. Siempre me gustó el comer y tomar bien. Me gusta aprender y cuando empecé con la cerveza abrí una puerta que es infinita”.
¿Qué representa para vos ser de Tigre?
“Tiene algo de pertenencia, que uno conoce las caras, la gente, las calles, el desorden del lugar. Tiene la mezcla justa entre naturaleza y ciudad”.
Cocinando cerveza. ¿Cómo comenzó el proyecto de Cervecería Tacuara?
“Comenzamos cocinando cerveza en lo de Sebastián. Éramos tres amigos y a mí me apasionó y fui aprendiendo. Decidimos capacitarnos y tuvimos la inteligencia de haberlo hecho con los dos cerveceros correctos”.
En un principio tomaron clases con Ricardo Muhape, maestro y juez cervecero con 15 años de trayectoria. “Primero hay que aprender lo simple, el ABC, a caminar antes que correr”.
Al año, abriendo Palermo, se capacitaron junto a Hernán Castellani, también juez, “un nerd de la birra, que nos enseñó lo técnico, lo puntual”.
El éxito de Tacuara demuestra que vienen realizando una trayectoria de aprendizaje correcta, “si las asesorías hubieran sido al revés no hubiéramos llegado a ningún lado”.
Galpón de Tacuara – Los inicios y el equipo
Los socios del Galpón de Tacuara, compañeros y amigos del Colegio Reconquista, tuvieron un sueño juntos, que comenzó como un hobbie extra a las tareas laborales que cada uno mantenía.
El proyecto tuvo sus inicios con tres de ellos pensándolo como una fábrica de cerveza artesanal. “Lo soñamos como un lugar donde hacer birra y le demos de comer a nuestros amigos”, donde convivía, en un principio, una fábrica de cerveza y un bar, con un crecimiento tan veloz que a los tres meses de abiertos debieron trasladar la fábrica a Martínez. “La idea nació para hacer birra, no un bar, pero el bar se comió a la fabrica, creció”.
El equipo se empezó a componer a través de los conocimientos que cada uno tenía para ocupar un lugar estratégico en el emprendimiento, “cada uno tiene una función y tarea. Así nos dimos un lugar sin disputarnos”.
Juan Cruz – quien luego de vivir 13 años en Canadá, sitio al que retorna luego del armado del Galpón de Tacuara en San Fernando, “aportaba lo humano, lo sentimental del proyecto”, y
era el encargado de nuevos proyectos y desarrollo de envasado en latas.
Martín – abogado, encargado del área legal, las redes sociales, el marketing, la publicidad y las franquicias.
Sebastián – Hermano de Gabriel, con quien “siempre hemos sido socios, trabajando juntos”. Gerente General, encargado de la planificación de negocio y de lo financiero.
Gabriel – “Yo me dedico a la gerencia de producción como maestro cervecero”, para lo que trabaja exclusivamente en la fábrica de 7 a 16 hs. y concurre a concursos y encuentros cerveceros.
“El rubro nos eligió a nosotros por lo que estamos en proceso de formación en todas las áreas. Fue un cambio de vida completo para todos”, alude Gabriel, a lo que agrega sentir que se complementan bien y que hacen un buen equipo trabajando juntos, “cada uno es bueno en lo suyo”.
Cerveza artesanal, un proyecto que crece.
Con 10 empleados en fábrica y 40 en los bares, alrededor de 90 puntos de venta de Cerveza Tacuara y dos bares propios, producen 70 mil litros de cerveza por mes. Pioneros en hacer latas de cerveza artesanal, han crecido exponencialmente el negocio a un ritmo vertiginoso y de lo más veloz. En 2016 inauguran el Galpón de Tacuara en San Fernando, en 2017 abren sucursal en Palermo y en el año 2018 ponen otro eslabón al mapa inaugurando su bar en Rosario, tras lo cual planean abrir nuevas sucursales y se encuentran ultimando detalles para comenzar la exportación.
¿Por qué crees que se popularizó este tipo de cervecerías?
“El vino está ligado a la comida, mientras que la cerveza está ligada a momentos. Tenemos más variedad de cerveza que de vino, es infinito. Los bares cerveceros logran nuclear a los de 25 a 35 años, cuando es muy costoso ir a bailar y ya nadie va a esa edad. Es más económico y además ahora el bar esta en todos los barrios, ya no viajas”.
Explicó que este nuevo estilo de cervecerías, que se instala cada vez más en los distintos puntos de las ciudades argentinas, muestra “un método americano”, que conjuga hamburguesa con cheddar y cerveza, mientras que, a su vez, “la cerveza cuenta una historia de un país, de una región”.
¿Qué diferencia al Galpón de otras cervecerías?
“La marca y la pertenencia es lo que hace que la gente venga. Tacuara tiene hinchas, y eso se generó sin saber muy bien cómo. Creemos que es la simpleza de las personas que hay detrás del proyecto. El consumidor allí se ve reflejado, porque somos del lugar. No somos empresarios, los vecinos nos veían laburando, haciéndolo desde el corazón, y el vecino piensa “yo a los pibes los conozco”. Por eso creemos que el techo es no perder eso, los empleados mismos saben los nombres de la clientela, son todos amigos de amigos”.
Sobre el Futuro.
“El consumo es variable, por lo que siempre se necesita generar algo nuevo. Un desafío que tenemos es el ida y vuelta con el consumidor”. Respecto a su propio futuro Gabriel relata imaginarse próximamente en la producción de bebidas espirituosas.
¿Cómo se lleva adelante la producción de cerveza?
“La cerveza es la sumatoria de muchas cosas buenas juntas; la fábrica, la limpieza, la concentración que tenes, como purgas la manguera, cada cosa. Hay pequeñas diferencias que hace a la calidad”, expresa Gabriel mientras explica, a través de una larga conjugación de conocimientos técnicos y mucho entusiasmo en su voz, sobre una producción basada en agua, granos y azúcar. “Se puede inventar y hay mucho para hacer, es química pura”.
¿Qué diría tu docente de química del Colegio Reconquista?
“En química me iba horrible, Marcela estaría orgullosa”, refiere Gabriel quien dice nunca haberse imaginado antes como cervecero o hablando de química y fermentación con la pasión con lo que lo relata.
¿Cuál es tu relación con la cerveza?
“Es algo que me encontró y que lo encontré, un camino de ida que es infinito, que no tiene límites y esta buenísimo y me encanta. Tiene una parte lúdica y espontanea. La birra me permite ser obsesivo y a la vez relajado, puntilloso y descolgado. La birra me hace feliz”.
Una Frase: “Que sea birra mostro” / “El querer es poder”.