Estudiantes bonaerenses piden una paritaria estudiantil para negociar sus derechos como claustro

Este lunes 4 de abril, en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires, la agrupación Estudiantes Evita salió a encuestar a los estudiantes de distintas universidades, terciarios y secundarios para conocer el estado de situación en la vuelta a clases presenciales.

El antecedente de esta encuesta se dió a fines del 2021 en la Ciudad santafecina de Rosario, donde la misma agrupación publicó un informe que arrojaba que casi el 80% de los estudiantes que trabaja no alcanza el salario mínimo, vital y móvil, que hoy se ubica por encima de los $38 mil. Entre los alumnos y alumnas encuestados en los niveles secundario, terciario y universitario, el 31,8% aseguró trabajar por su cuenta, un 24,6% dijo tener un empleo registrado y un 43,6% contó que trabajaba en negro.

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Los ejes del relevamiento son transporte, vivienda, trabajo, alimentación, esparcimiento y deportes, ya que según explican los propulsores de esta iniciativa, “el derecho a estudiar en condiciones dignas no solamente abarca una beca para comprar apuntes o un boleto subsidiado, sino condiciones de vida integrales que permitan atravesar la etapa de la mejor manera posible”.

“Las organizaciones estudiantiles hacemos la lectura histórica de la necesidad de tener un ámbito institucional donde poder discutir con el estado nacional una Paritaria Nacional Estudiantil, en la cual podamos aportar al debate sobre los presupuestos destinados a la educación en general y a nuestro sector en particular, y donde podamos plantear cuáles son nuestras demandas y necesidades como estudiantes, como así también discutir el sistema de becas, el Progresar, las problemáticas de transporte, de hábitat, de conectividad, entre otras que hacen a la situación socio económica y formativa de les estudiantes.” Explica Diego Arellano, presidente de la Federación Universitaria de Avellaneda.

Durante los dos años de pandemia, las organizaciones estudiantiles ejercieron un rol fundamental en conjunto con el Estado, a la hora de garantizar el acceso a la educación pública. Desde convenios con empresas de telecomunicaciones para liberar datos de internet, hasta recorridas en los barrios para buscar a aquellos que no pudieron mantener las cursadas, y tutorías para garantizar la permanencia.

“Hemos sido a lo largo de la historia protagonistas necesarios en diferentes triunfos populares que fueron garantizando un piso de derechos no solo para el sector educativo sino para el conjunto de la sociedad. Hoy, después de la desestabilización y el ajuste al sistema educativo sufridos durante la gestión macrista y una pandemia que evidenció y profundizó las brechas de desigualdad en el acceso a la educación, debemos luchar para garantizar los derechos estudiantiles, siendo actores protagonistas y discutiendo activamente hacia qué modelo educativo queremos ir.” Continúa Diego Arellano.

En el caso de los estudiantes de nivel secundario, la ausencia de presencialidad causó que muchos jóvenes abandonaran los estudios por no poder acceder a un dispositivo móvil o computadora, o bien porque la pandemia forzó a las familias a reorganizarse y muchos tuvieron que salir a trabajar.

“Nuestras escuelas están llenas de estudiantes que salen a trabajar para poder aportar en los hogares y muchos de nuestros pibes tuvieron que dejar la escuela porque no les alcanzaba para cubrir las necesidades básicas de cualquier joven secundario. Los centros de estudiantes tenemos que dar respuestas pero para eso necesitamos las herramientas, es así como discutimos la Paritaria Nacional. Lo creemos indispensable para plantear la situación que vivimos los pibos día a día en las escuelas y que el estado de una respuesta a nuestras necesidades como estudiantes secundarios.” Comenta Aldana Yazmin Nieto, presidenta de la EES N°2 “Marina Vilte” de Moreno

Todo este escenario da cuenta, según los protagonistas de la iniciativa, de un complejo tejido social que hay que recomponer, y el rol de las organizaciones y gremios estudiantiles es fundamental para lograrlo, ya que son ellos, en diálogo con el Estado, los que conocen en profundidad las necesidades del sector, y quienes velan por sus derechos.

Es por esto que Estudiantes Evita considera necesaria la implementación de una instancia de negociación colectiva para discutir en su conjunto el derecho a la educación. Los gremios estudiantiles son el gran ausente hasta ahora de la política pública a este respecto. Tenemos herramientas gremiales y las entendemos como nuestra representación. Pensar en una instancia paritaria para les estudiantes es sentarnos como parte, como actores protagonistas, para poder ser parte de pensar cómo se garantizan nuestros derechos y discutir profundamente hacia qué modelo educativo queremos ir”. Explica Agostina Fernández, secretaria de Trayectorias Estudiantiles de la Federación Universitaria de Lanús

El objetivo de este relevamiento en la Provincia de Buenos Aires, es obtener un mapa general del estado de situación y arrojar un informe que pueda dar cuenta de las necesidades actuales del sector, para así poder llevarlo a una mesa interministerial donde se puedan actualizar montos, y discutir condiciones integrales de cursada.

“El movimiento estudiantil organizado de los tres niveles, secundarios, terciarios y universitarios creemos necesario el ámbito de la Paritaria Estudiantil Nacional para seguir garantizando al estudiantado de nuestra Patria gremios representativos y con poder de decisión sobre los destinos de nuestros representados y una educación pública, gratuita, de calidad, popular y feminista”. Cierra Vanina Conde,Secretaria General de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martin.