No se puede hablar del dia del trabajador sin hacer referencia a la pandemia que esta atravesando el mundo.
En primer lugar, remitirnos a los trabajadoras y trabajadoras que están en la primer linea de batalla contra el covid19, y seguido y no por eso menos importante a los que han perdido su empleo, a los que se vieron afectados por la profundización de la proliferación del trabajo precario e informal, que ha dejado a trabajadores – que ya venian sufriendo salarios y condiciones de vida indignas –aun más vulnerables frente a la pandemia. A los JOVENES ( la mayúscula me pertenece) con una tasa de desempleo juvenil que supera el 50%.
Esta claro que el impacto social y económico sobre los trabajadores y sus familias a causa de la pandemia , debido a las medidas de confinamiento, ha generado perdida de empleo, precarizacion laboral, que han sido mitigadas por los gobiernos.
En el caso, de Argentina con políticas económicas como el ATP, IFE, REPRO, tarjeta alimentar, programa progresar, aumento del salario Mínimo, Vital y Movil, aumento de asignaciones y beneficios sociales. Lo antedicho, debe ser reforzado y ampliado, para lograr NUEVOS EMPLEOS y EMPLEOS DECENTES.
Sin lugar a dudas, este 1 de mayo, no es igual que otros: a las viejas reinvindicaciones logradas por la organización de los trabajadores y trabajadoras , por el movimiento sindical y las organizaciones comunitarias se le suma la extrema preocupación por el desempleo y el trabajo informal. Para ello, es clave el acompañamiento del Estado, a fin de enfrentar las consecuencias de la pandemia. Los gobiernos tenemos el desafio de planificar cuales seran las políticas que se llevaran a cabo en la pospandemia para lograr la recuperación de empleos y condiciones dignas de los mismos y dar respuestas a la crisis.
Por Carolina Bello – Delegada Regional Tigre del Ministerio de Trabajo de Provincia de Buenos Aires
