Ese día no tuvimos clases…

Me acuerdo que era un día martes a la mañana, y a lo lejos, desde mi población se veían los aviones y el humo negro. Por unos cuantos días no tuvimos clases con la Srta Gladys, nuestra maestra de segundo grado.

Mi papá me dijo que estaban bombardeando la Moneda…que había golpe de Estado. Yo no sabía que era un Golpe de Estado.

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La tristeza e incertidumbre se veía en el rostro de mis padres. Había muerto Salvador Allende, “Don Chicho”. Más de una vez habíamos recorrido las calles de Santiago: “ Allende Allende, el pueblo te defiende!” , “El que no salta es momio, el que no salta es momio” y también: “Venceremos, venceremos…”

No lo pudimos defender…Se acabaron los saltos.

De allí recuerdo los días más tristes de mi infancia y de mi pueblo- hasta mi vecina, que le gustaba Frei, estaba triste.

Luego vino el toque de queda, no poder salir.

Fueron prohibidas las quenas y los charangos…Su sonido era subversivo, marxista leninista, como decía el viejo huevón. Cultura y milicos no formaban una buena sociedad en ese tiempo.

“A los pocos días mataron a Victor Jara y la muerte también se lo llevó a Neruda”. Nos quedamos sin música, sin poesía.

Al tío Cuba (por Cuberto) se lo llevaron. Una vecina dijo que transportaba armas. Y lo único que trasladaba eran alumnos de la universidad, era su trabajo. Al volver, después de un largo tiempo contó su paso por el Estadio Nacional. Sobrevivió, pero su sonrisa brotaba de ojos cristalizados, por el dolor y  las torturas.

Hoy ya pasaron 47 años.

Dicen los que la memoria es la biografía de uno mismo,  el registro de nuestras vivencias y dolores.

Por eso, como Patricio Manns, también al recordar como que me brota un volcán…

Por Juan Carlos Riquelme