En este 25 de Noviembre donde volvemos a conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer seguimos pidiendo, reclamando y exigiendo muchas cosas en las que lamentablemente parece que no avanzamos.
Hay un doble discurso que se ve, se siente y es claro. Por un lado lo que se dice y por otro muy distinto lo que realmente se hace, esto nos demuestra que seguimos rodeados de una cultura machista que en el fondo no quiere avanzar con esta lucha.
Si vemos por ejemplo qué hacen muchos gobiernos municipales al respecto veremos muchas palabras, mucha propaganda y poco contenido, una muestra de esto es que la gran mayoría de los municipios de la provincia, salvo excepciones, no cuentan con casas convivenciales para las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos, y los pocos municipios que tienen son insuficientes, es difícil creer que un programa serio cuente con 3 casas teniendo 400.000 habitantes. Tomando en cuenta que al menos el 35% de las mujeres han sufrido de violencia de género es fácil notar lo ilógico de contar con alojamiento para solo 3 víctimas.
Se necesitan programas reales y profundos de prevención y tratamiento de la violencia contra las mujeres, no charlas y/o capacitaciónes aisladas y carentes de compromiso.
Pero si ni siquiera la llamada “comisaría de la mujer y la familia” cumple como corresponde con su labor y no se ejerce ningún mecanismo de control es lógico sentir el agobio, la falta de empatía y el abandono del estado a nuestra suerte.
Pero no podemos bajar los brazos, no solo tenemos que pedir, tenemos que exigir que los municipios tomen la violencia de género en serio y la pongan en sus agendas, donde la prevención sea lema y la contención y cuidado de la víctima primordial.
La mayoría de las víctimas no tienen lugar donde ir si se van de sus viviendas, no tienen trabajo y están con sus hijos. Las casas convivenciales tienen que ser espacios donde se trabaje realmente de manera interdisciplinaria con quienes llegan allí, donde los trabajadores sociales, psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras y abogados creen un espacio de contención, resguardo y fortalecimiento, también deben brindar la posibilidad de inserción laboral a través de la formación para que esas mujeres puedan volver a tomar las riendas de sus vidas psicológica, emocional y económicamente.Hablamos de diseñar programas que contengan el real compromiso de terminar con la violencia de género y de atención a la víctima de manera integral.
A pesar de todo sigo creyendo que podemos avanzar, esta semana dos de los tres jueces vergonzosos que absolvieron a los acusados del brutal crimen de Lucía Perez fueron suspendidos para ser sometidos a un jury. El camino a la justicia por tremendo crimen tiene una luz de esperanza, no bajemos los brazos,
sigamos en la lucha, JUSTICIA PARA LAS QUE ASESINARON, SERVICIOS DE ATENCIÓN COMPLETOS PARA QUIENES HOY SUFREN DE VIOLENCIA Y PREVENCIÓN CON CONPROMISO PARA ERRADICARLA DE NUESTRAS VIDAS.
Por Vanina Pignata
