Este domingo se celebran las elecciones en Chile, serán elecciones históricas. Se elegirá presidente, la totalidad de la Cámara de Diputados, la mitad del Senado y 302 consejeros regionales.
Se ponen en discusión centenares de cargos políticos, pero sobre todo se pone en discusión un modelo de estado. Se pone de manifiesto que años de gobiernos moderados, de centro derecha y de centro izquierda, no lograron resolverle los problemas a los chilenos, que ahora buscan soluciones en la extrema derecha y en la izquierda.
Desde el retorno de la democracia la presidencia de Chile la han obtenido perfiles de centro. En el caso del actual presidente Piñera una alianza de centroderecha, en el caso de la ex presidenta Michelle Bachelet una coalición de centroizquierda. Ninguno de ellos modificó las cuestiones de fondo que el país arrastra desde la dictadura de Pinochet definiendo el modelo de estado y el pueblo chileno dará en las próximas hora una severa muestra de inconformidad política poniendo tal vez a Chile en consonancia por primera vez en años con la fisonomía politica de Latinoamérica.
La diversidad de perfiles que se someten a votación este domingo da cuenta de un escenario político sumamente complejo. A pocas horas de la elección el 50% del electorado se declara indeciso y se estima que solo uno de cada dos electores concurrirá a las urnas, haciendo uso de la no obligatoriedad del voto que existe desde el año 2012.
Las encuestas difieren entre sí y se da por hecho un balotaje en diciembre. La pregunta es quiénes llegaran a esa instancia.
Existen una multiplicidad de acontecimientos sociales que se precipitaron en los últimos años buscando modificar la realidad politica chilena. Sin dudas lo hicieron, sin dudas hoy se consolida y sin dudas la juventud a estado en el centro de la escena.
Las protestas estudiantiles en Chile comienzan en el año 2006 con la llamada revolución Pingüina, durante la primer presidencia de Bachelete. Cientos de miles de estudiantes alzaron su voz logrando varios paros nacionales en reclamo de la gratuidad y una mayor inversión en educación. Las protesta se repitieron varios años siendo muy importantes en 2011 durante el gobierno de Piñera, allí se suman diversos sectores de la sociedad y la central unitaria de trabajadores.
Octubre de 2019 se convirtió en un punto de inflexión, el modelo de estado configurado en el gobierno de Pinochet era insostenible, millones de chilenos fuera del sistema, protestas sociales y la clase politica no reaccionaba.
Fueron los estudiantes nuevamente quienes hicieron saltar la chispa que encendió el mayor estallido social de la historia chilena. Tras varios días de protestas por el alza del boleto, organizaron evasiones masivas saltando los molinillos del subte, gesto que se fue copiado y amplificado por el resto de la sociedad. Cerraron esa estación de subte, luego la linea completa, al rato hablaba la ministra de transporte. Y el relato de esas jornadas incluye una foto de Piñera cenando con sus nietos y el titular “ Piñera come pizza mientras Chile arde”. Esa misma noche decretó el toque de queda. En Santiago y en varias ciudades más. Los días que siguieron nos dieron esperanza a toda Latinoamérica.
#ChileDespertó rezaban las redes sociales.
Pasaron cosas… entre ellas un plebiscito y la elección de constituyentes para modificar la Constitución.
La forma en la que los pueblos resuelven sus entuertos históricos nunca es lineal.
Pensando en función al acertijo que parecen ser estas horas, tenemos que recordar que para la constituyentes los chilenos le dieron un fuerte y claro mensaje a las fuerzas políticas tradicionales eligiendo perfiles independientes y de izquierda. Pero luego vinieron las elecciones primarias y allí lideraron los candidatos moderados. Aun así, hoy aparece como favorito, en algunas encuestas, el candidato de ultraderecha…
En este contexto complejo, con el presidente de la Nación señalado por los Pandora Papers, (la oposición intentó destituirlo pero no logró los votos necesarios); un candidato de ultraderecha, uno de izquierda, un candidato en Estados Unidos que no viajará a votar y las consecuencias de la pandemia, se comienza a escribir un nuevo capitulo en la historia de Chile que sin dudas impactará en toda America latina.
Los candidatos que lideran las encuestas son:
Gabriel Boric: fue uno de los lideres de las protestas estudiantiles de 2011 cuando era Presidente de la Federación de Estudiantes. Es actualmente diputado nacional, tiene 35 años. Se presenta por la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, conformada por su propio partido Convergencia Social y entre otros el partido comunista.
José Antonio Kast, de ultraderecha, fue cuatro veces diputado y dos veces candidato a la presidencia. Entre sus proyectos propone frenar a los inmigrantes cavando una fosa en la frontera norte de Chile. Está en contra del aborto y del matrimonio igualitario. Es amigo de Jair Bolsonaro y respaldó a Augusto Pinochet en 1988 con la opción “SI” en el plebiscito sobre la continuidad del dictador.
Yasna Provoste: fue ministra de Michelle Bachelet. Destituída e inhabilitada para ejercer cargo público por un caso de corrupción, luego de cumplir la sanción fue electa diputada y senadora.
Gabriel Sichel: Fue ministro de Sebastián Piñera, a pesar de representar el oficialismo se define como independiente, proviene de la Democracia Cristiana y formó parte de la alianza de centro, Ciudadanos.
Hay una larga lista de temas a tratar entre Argentina y Chile, el conflicto mapuche seguramente tendrá un lugar en la agenda. Pero ninguno de estos temas se discutirán igual si fuera uno u otro candidato electo. Algo podría cambiar para siempre en latinoamerica. Solo queda esperar el mensaje de las urnas.
Por Alejandra Blanco