La bandera argentina es y seguirá siendo uno de los principales símbolos de unión para cada ciudadano y cada ciudadana de nuestro país. Y en este día tan especial en que recordamos el paso a la inmortalidad del General Belgrano creador de nuestra insignia patria quiero reivindicar ese significado. Porque esos colores, son el primer símbolo con el que nos encontramos cada vez que un tren retorna a un pueblo después de muchos años y logramos recuperar un nuevo ramal ferroviario
Ver la emoción de cada persona saliendo a la vereda, acercándose a saludar al tren con banderas y con lágrimas en los ojos, nos muestra que ese es el camino que debemos transitar: volver a conectar a cada argentino y cada argentina..
Cuando inicié mi mandato al frente de Trenes Argentinos, asumí el compromiso de restablecer los ramales ferroviarios que habían sido cerrados en los últimos años; por eso, junto al ministro de transporte, Alexis Guerrera, trabajamos para recuperar el rol social que históricamente tuvieron los trenes en nuestro país.
Los datos son elocuentes: en 1948, cuando se estatizaron los ferrocarriles, la Argentina contaba con 47.500 kilómetros de tendido. El 2 de enero de 2020, al momento de hacernos cargo de este desafío, solo quedaban 3.900km, para pasajeros.
En este tiempo, logramos que el servicio vuelva a llegar: a Divisadero de Pinamar y Marcos Paz en Buenos Aires; a Campo Quijano en Salta; a Plottier en Neuquén y a Valle Hermoso en el Valle de Punilla. Además, reiniciamos la prestación del Metropolitano de la provincia de Córdoba, después de 45 años. Asimismo, comenzamos a parar en estaciones intermedias como: Correa, Leones, Arroyo Seco, Lima y Serodino.
En cada una de esas llegadas pudimos ver la bandera flamear como síntesis perfecta de pertenencia, imagen inequívoca de volver a formar parte de una nación conectada. Donde dejó de pasar el tren, los pueblos se desvanecieron.
Por ello, seguimos creyendo que el camino es poner sobre las vías un servicio de cercanías en cada centro urbano del interior de nuestro país para poder reivindicar el carácter federal de un sistema de transporte más seguro, accesible y ecológico.
En ello estamos trabajando. Para recuperar la prestación entre Rosario y Cañada de Gómez, llevar el regional entrerriano a La Picada, pensando en la extensión del tren del Valle a Senillosa, en Neuquén, y a General Roca, en Río Negro; ampliando el recorrido de Rufino hasta Justo Daract, en San Luis.
En la provincia de Buenos Aires ponemos en condiciones la infraestructura para hacer circular las formaciones a Tandil, a Coronel Pringles, a Vagués, a San Antonio de Areco, a Carlos Casares, a Nueve de Julio y a Pehuajó.
Nuestra meta es ver, en cada uno de estos pueblos, las banderas flameando y el tren haciendo sonar su silbato porque está de vuelta.
Tenemos la obligación de volver a colocar al ferrocarril como vehículo de integración nacional para el desarrollo social y productivo, porque el tren nos une, los colores nos unen, la bandera nos une.
Por Martín Marinucci – Presidente de Trenes Argentinos
