Es una realidad que el mercado de trabajo está sufriendo un proceso de desestructuración. El modo de producción que todos conocemos y que reposa en el trabajo asalariado, donde el empleador, dueño del capital y del establecimiento, contrata al trabajador para que le proporcione su aptitud productiva a cambio de una retribución dineraria, se encuentra en jaque desde hace tiempo.
Aún no logramos acompañar esta realidad con una mirada distinta de lo que significa el concepto de trabajo. Trabajar no es solo tener un empleo registrado asalariado, en la actualidad solo un cuarto de la población es ocupada, otro amplio sector de trabajadores que se encuentran invisibilizados, trabajan en actividades como comercio callejero, recolección de materiales reciclables como el cartón y el papel, pequeña producción textil, ferias artesanales, etc. Estos trabajadores también son parte de la comunidad, de la economía y requieren con urgencia ser visibilizados y dotados de derechos.
Lamentablemente, en la actualidad, quien no califique como empleable, esto quiere decir que no cuente con experiencia laboral suficiente, con educación completa, con capacitación adecuada, con habilidades socioemocionales, etc, termina siendo calificado como no empleable y en definitiva termina siendo excluido del mercado de trabajo. No existen políticas públicas que contengan a estos trabajadores que no tienen las mismas oportunidades para lograr la obtención de un empleo formal.
En este sentido, desde la Fundación Civis nos preguntamos: ¿Qué podemos hacer para transformar esta realidad?
Partimos de la base de que para poder adaptar los desafíos a la realidad que se presenta, debemos abandonar lógicas aisladas de funcionamiento y comprender cómo funciona el mundo del trabajo de hoy. Este es el mayor desafío, entender, conocer e intervenir en el mundo del trabajo actual y potenciarlo en todas sus formas y dimensiones sin prejuicios o conceptos que ya no sirven para interpretar la realidad actual.
Si logramos hacer bien esta tarea, estaremos más preparados para generar oportunidades para todos, generar trabajadores más capacitados, incluidos y con mejores herramientas para insertarse en el mundo del trabajo.
En definitiva, adecuar el imaginario y ampliar los márgenes del trabajo es relevante porque implica un proceso colectivo que requiere salir del egosistema del individuo y su propio bienestar, para pasar a un ecosistema que entienda la realidad del trabajador invisibilizado, los esfuerzos que realiza la comunidad laboral del mundo de hoy, un ecosistema que incluya a todos. Esto requiere por supuesto trabajar en nuestra capacidad de empatía, de escuchar activamente al otro para entender sus necesidades más elementales, acompañando en el hacer y habilitando los caminos de acción necesarios.
Como vecino de Malvinas aspiro a que mi lugar se convierta en un reflejo de lo que quiero para la Argentina. Quiero ver a Malvinas recuperar el lugar protagónico que supo tener como polo industrial de la provincia de Buenos Aires; quiero que los malvinenses puedan trabajar en su distrito para que la riqueza quede en Malvinas y que la cercanía con su lugar de trabajo redunde en una mejor calidad de vida; quiero un programa de desarrollo productivo que genere incentivos para invertir en Malvinas, que acompañe y facilite la creación de empresas y emprendimientos locales.
El objetivo es volver a conectar los elementos de relaciones que por distintos motivos hoy sufren una desconexión: A la gobernanza y a la comunidad con los que no tienen voz en los sistemas formales de trabajo y que se encuentran en situación de desigualdad para obtener un empleo formal; a la formación con los requerimientos de las empresas; a la oferta formativa con sus posibles destinatarios y a la tecnología con las necesidades reales de la sociedad.
Como concejal de Malvinas estamos trabajando junto a un equipo de vecinos para canalizar estos objetivos en una agenda con propuestas e iniciativas que construimos escuchando a los vecinos todos los días. Por eso, desde la Fundación Civis desarrollamos proyectos en materia de trabajo pensados para los malvinenses.
No hay que perder de vista que la puerta de entrada al mundo laboral está directamente relacionada con la terminalidad educativa. Por eso firmamos un convenio entre la Fundación Civis y el Gobierno de la Ciudad para que los mayores de 18 años finalicen sus estudios secundarios de manera virtual y gratuita y obtengan su título de Bachiller. Queremos que los malvinenses alcancen un mayor nivel educativo porque para hacerle frente a un mercado laboral cada vez más competitivo es importante contar con la mayor cantidad de herramientas posibles.
Todos estos desafíos para el mundo laboral actual nos exigen a todos los que queremos transformar la realidad de nuestro metro cuadrado redoblar el esfuerzo y el trabajo. Si queremos que la realidad cambie es indispensable que nos comprometamos con las causas que nos interpelan como personas, como ciudadanos y como vecinos.
Quiero desearles a todos los que hacen cualquier esfuerzo por salir adelante un feliz día del trabajador.
Por Lucas Aparicio – Concejal Malvinas Argentinas