El trabajo dignifica, la formación acompaña

Las personas somos seres sociales por naturaleza, creamos instituciones y sistemas con el objetivo de vincularnos y desarrollarnos. Es en este esquema el trabajo cumple un rol fundamental como ordenador de la vida en sociedad, sin embargo hoy en día la ecuación “a mayor trabajo, mayor desarrollo” lamentablemente resulta anacrónica.

Múltiples organismos supranacionales hacen hincapié en la importancia de fomentar el desarrollo potencial de las personas, el aumento de sus posibilidades, y el disfrute de la libertad para vivir la vida que valoran.

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En este sentido debemos convertir las diferencias en consensos que generen políticas públicas orientadas al desarrollo individual y colectivo trabajando para fortalecer un  entramado social que se encuentra en crisis en gran parte debido a la velocidad de las transformaciones que nos atraviesan a nivel global.

Ampliar los horizontes  de posibilidades  está en manos del estado, que debe realizar acciones concretas y repensar los esquemas tradicionales para dar respuesta a las necesidades actuales.

La libertad de elegir, en el trabajo, siempre estará vinculada a las oportunidades derivadas del acceso a la educación formal que implica la formación cognitiva y afectiva necesarias para el crecimiento y desarrollo personal.

Resulta lejano hablar de libertad en un sistema educativo que, aun con los esfuerzos realizados por docentes y directivos para la adaptación a la virtualidad, tendrá que lidiar durante los próximos años con las consecuencias de las decisiones políticas tomadas desde el gobierno nacional y provincial, con la titánica tarea de recuperar aquellos jóvenes que abandonaron su trayectoria educativa, sin saber ni siquiera de cuántos estudiantes se trata.

Advirtiendo que aun aquellos que lograron egresar durante los últimos dos años enfrentan grandes dificultades para la inserción en el mundo laboral, desde el Centro Universitario de Vicente López se decidió ampliar la oferta educativa que ahora contempla también cursos cortos y capacitaciones específicas orientados a satisfacer la demanda laboral actual y del futuro, con el fin de acompañar a esta generación de jóvenes que deberán construir el mundo venidero.

Mientras el mundo laboral actual afronta un alto indice de desempleo, muchos trabajadores optan por emprender, personas que posiblemente han trabajado en relación de dependencia durante toda su vida, o comerciantes que se vieron obligados a bajar la persiana de sus negocios durante la cuarentena y núnca pudieron volver a subirla. El emprendedurismo es complejo para quienes incursionan por primera vez, debido a las múltiples habilidades que requiere, conscientes de esta demanda acompañamos desde nuestra Academia Para Emprendedores con cursos, talleres y redes de contactos que potencian los esfuerzos individuales de sus integrantes.

Por otro lado, no podemos ignorar un dato importante, de cada 10 personas que perdieron su empleo durante la pandemia 7 son mujeres, en parte como consecuencia del cierre de jardines maternales y de infantes que se extendió por más de 18 meses. Atentos a esta problemática a través de los centros municipales de capacitación se busca incentivar su formación otorgándoles prioridad en cursos de oficios, idiomas y habilidades para el empleo. Considerando que mejorar  el  acceso  y  las  oportunidades  para  las  mujeres es requisito para consolidar el crecimiento sostenido de las economías.

Estamos siendo testigos del fracaso que significaron las políticas empleadas por el gobierno nacional y provincial durante la pandemia, y el altísimo nivel de desempleo es prueba de ello. Comerciantes, empresarios y cuentapropistas fueron afectados irreversiblemente, mientras las únicas soluciones que se les ofrecieron fueron cortoplacistas e improvisadas. Si bien desde los gobiernos locales se llevan a cabo políticas que buscan mitigar sus consecuencias, es imperioso que el gobierno nacional y provincial  afronte con decisión y diálogo real los desafíos que se presentan para devolverle al país su valor fundante: la cultura del trabajo, fomentando las inversiones privadas que generen empleo,  convirtiendo los subsidios en empleo genuino,  invirtiendo en educación para reinsertar a los jóvenes que se desvincularon de las instituciones educativas, y otras tantas medidas que requieren consensos básicos que trasciendan los gobiernos para así poder pensar en un país con oportunidad de desarrollo para todos los argentinos.

Por Jose Jaime – subsecretario de Educación y Empleo de Vicente López