Por Julián Fleitas*
El discurso oficialista del odio: sobre el lesbicidio en Barracas del domingo pasado
Este domingo por la noche, un hombre de 62 años les tiró una bomba Molotov a dos parejas de lesbianas que se hospedaban en un mismo cuarto dentro de una pensión en el barrio porteño de Barracas. El resultado de este atentado fue la muerte de tres de ellas, Pamela Cobos, Mercedes Figueroa y Andrea Amarante que fallecieron con el 90% del cuerpo quemado, y heridas de extrema gravedad.
Jornada de visibilización en el Congreso de la Nación-
Otro ataque a nuestra comunidad, que ya viene más que golpeada. Entendemos este hecho como un lesbicidio ya que la identidad sexual de las compañeras fue motivo suficiente para que Fernando Barrientos decida hacer una bomba y tirarla en su cama mientras dormían.
Esto no es un hecho aislado. El odio, el individualismo y la crueldad hoy son discurso oficial. Lo vemos día a día, se respira y se siente desde el día que asumió Javier Milei, uno de los presidentes más violentos que tuvo nuestra Nación.
La legitimación institucional del odio comenzó con el cierre del INADI, siguió con los despidos a personas contratadas por el cupo laboral trans en todas las dependencias públicas, la baja de los cientos de Potenciar Trabajo y de la Tarjeta Alimentar y las duras consecuencias del ajuste sobre las mujeres y LGBTTIQ+ que ven empeoradas drásticamente sus condiciones de vida.
Decimos que el Estado es responsable porque avala y promueve conductas violentas hacia los pobres de nuestra patria y hacia todo lo que esta fuera de la norma hetero-cis-patriarcal, porque busca eliminar la ESI enseñando a rechazar que hay identidades y orientaciones sexuales distintas, en vez incitar a la comprensión y el respeto. Decimos que el Estado es responsable por la falta de políticas de inclusión y la destrucción de las ya existentes.
El rol de los medios
Días antes de este hecho, Nicolás Márquez escritor, biógrafo y amigo de Javier Milei, dijo al aire en “Radio con vos”, el programa de Ernesto Tenembaum, que la homosexualidad es “una conducta insana y autodestructiva”. El rol de los medios y lo que se dice y se omite en ellos es fundamental a la hora de hablar de los ataques hacia el colectivo LGBTTIQ+. El odio se piensa, se dice, y después se hace. La difusión de discursos discriminatorios y deshumanizantes, y la invisibilización de cómo nos violentan, nos humillan y nos matan día a día, fomenta y avala los crímenes de odio. Creer que no hay consecuencias cuando se da lugar a estas líneas de pensamiento, connota una irresponsabilidad muy grande y un desconocimiento profundo del rol de lxs comunicadorxs en la sociedad.
A esto se le suman los dichos de funcionarios de alto rango dentro del gobierno, como la Vicepresidenta Victoria Villaruel que se declaró en contra del Matrimonio Igualitario en una entrevista con Luis Novaresio, y la canciller Diana Mondino, que al ser cuestionada por el mismo periodista en cuanto a su opinión sobre el tema, respondió “Sí vos preferís no bañarte y estar lleno de piojos es tu elección, listo. Después no te quejes si a alguien le molesta que tengas piojos”. Eso somos las personas LGBTTIQ+ para ellos: seres desagradables, cuyas existencias son objeto de opinión. Se instala de a poco una lógica de desprecio y de exterminio hacia los que no aplicamos como “Argentinos del bien”, la misma lógica que permite que un hombre de 62 años, un hijo sano del heterocispatriarcado, se sienta habilitado a prender fuego a cuatro lesbianas mientras duermen, porque total, nuestras vidas no importan, porque total, no hay consecuencias.
Cuando hablamos de discursos de odio y lo que generan en la sociedad, nos referimos a esto. Es imperante que los medios hegemónicos de comunicación se abstengan de reproducir estos discursos y den lugar a otras voces, es urgente combatir la deshumanización que plantea el gobierno y retomar los valores de la aceptación, la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Volver a ser una Argentina Humana.
Existimos y resistimos
Si hay algo que nuestra comunidad sabe cómo hacer es resistir y luchar. Una vez más decimos que no pasarán, porque, no importa cuánto nos ataquen, no vamos a dar ni un paso atrás. Es momento de replantearse el rumbo que estamos tomando como sociedad, momento de frenar y no dejar que pasen desapercibidas las microviolencias diarias, los discursos de odio y la discriminación constante hacia nuestras identidades y orientaciones sexuales.
Y para adentro de la comunidad, momento de abrir los ojos, estar atentxs y no dar por sentada ninguna conquista. Momento de estar juntes y cuidarnos.
Fue un crimen de odio y el Estado es responsable.
Por Pamela Cobos, Andrea Amarante y Mercedes Figueroa, brutalmente asesinadas.
Por Sofía Castroriglos, que ahora está luchando por su vida, por todxs lxs compañerxs que dia a dia sufren violencias y ataques: hoy más que nunca seremos la voz de todxs aquellxs a lxs que se la quitaron.
*Julián Fleitas – Militante del Frente Patria Grande y Mala Junta en San Fernando Varón trans.
