El 6to grito Ni Una Menos

Nos convoca un nuevo aniversario, el sexto, que de manera ininterrumpida el enorme colectivo de mujeres Argentinas grita a viva voz: #NiUnaMenos.

Como desde hace seis años, seguimos pidiendo que paren de matarnos, seguimos reclamando políticas públicas con perspectiva de género y presupuesto para implementarlas, pero sobre todas las cosas pedimos aumentar el compromiso de toda la sociedad para frenar la violencia machista.

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Las últimas cifras del Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios y Lesbicidios de MuMaLa relevado desde el 1° de enero al 30 de mayo de 2021, concluyen que en el país se produjeron 143 muertes violentas de mujeres, travestis y trans; con lo que sucede un caso cada 25 horas. De nuevo, 1 muerte cada 25 hs. Del desgregado de información, surge que el 25% de mujeres había denunciado a su agresor previamente. El 16% tenía orden de restricción de contacto o perimetral y el 2% botón antipánico. Es dificil hablar de números y porcentajes cuando sabemos que en cada caso hay una persona, una familia que se quiebra y nunca más se recupera.

Desde el 2020 el mundo está atravesado por un pandemia por COVID-19, lo puso en jaque el paradigma imperante en todo el orden internacional. En Argentina, el aislamiento y las restricciones, tuvieron consecuencias negativas en términos de violencia machista. A muchas mujeres les tocó convivir con el violento y soportar mayores niveles de violencia.

Sabemos que hay un gobierno que integró en su agenda la perspetiva de género y le dió rango ministerial. Sabemos que se piensan e implementan dispositivos para erradicar las violencias. Conocemos los programas. Participamos activamente de las mesas locales para articular en todos los niveles recursos que nos permitan responder con mayor eficacia frente a las situaciones de violencia. Pero todavía falta la integración de todos los dispositivos de los tres poderes del Estado: normas, decisiones y sanciones; consolidadas, pensadas integralmente para garantizar que en nuestro pais ser violento tiene consecuencias.

Es imposible pensar en erradicar las violencias sino se piensa desde una mirada territorial: para garantizar que lo que ya funciona sea implementando y, a la vez, crear nuevos dispositivos que respondan fehacientemente a las demandas crecientes y cada vez más diversas. En este sentido, creo que hay una salida que requiere de una profunda perspectiva de género de quienes toman las decisiones, que también requiere de destinar presupuesto para ejecutar esas decisiones, pero sobre todas las cosas requiere que trabajemos juntos, espalda con espalda, sin distinciones ni banderías políticas en la lucha para erradicar todo tipo las violencia, en especial la machista.

En lo que va del 2021 las cifras no son muy alentadoras pero nos invitan, irrenunciablemente, a reconocer esta problemática que nos atraviesa a todas las y los argentinos. Transformar esta realidad depende de todxs nosotrxs.

Por Jimena Bondaruk – Responsable de Género y Diversidad en Trenes Argentinos