El 24 de Marzo marchamos contra la represión de ayer y de hoy

Por Sofía Yalj Harteker*

A 49 años del último golpe cívico militar nos disponemos a ganar las calles, entendiendo que es el mejor homenaje que podemos rendirle a los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos durante el terrorismo de Estado, que dejaron su vida en la lucha por transformar la realidad. Lo hacemos con la convicción de que la clase social artífice de ese genocidio es la misma que continuó en el poder bajo los gobiernos constitucionales y que hoy busca destruir la educación, la salud y los derechos laborales de la mano de Javier Milei.

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Para llevar a fondo las aspiraciones de los capitalistas, el gobierno se propone aplastar a las mayorías populares desplegando todos los recursos represivos que tiene al alcance. Busca escarmentar la movilización callejera y por eso atentó contra la vida de Pablo Grillo y apalea jubilados todos los miércoles frente al Congreso. A su vez, persigue y criminaliza al movimiento piquetero en el afán de desmembrar la organización combativa de los barrios más postergados de este país. También ejercita el negacionismo a los fines de otorgarle impunidad a los genocidas y reponer a las Fuerzas Armadas en la represión interna.

Ahora bien, en frente hay un pueblo que no se doblega. Que tiene en su acervo de lucha haber enfrentado el Punto Final y la Obediencia de Vida. Que fue protagonista del Argentinazo. Que el miércoles pasado se congregó en Plaza Congreso al grito de Fuera Bullrich, sobreponiéndose al operativo de intimidación montado desde las altas esferas del poder político. Un pueblo que, en definitiva, está llamado a derrotar a este gobierno reaccionario en las calles.

Por eso, la marcha del 24 de Marzo es una cita ineludible. Eso sí, movilizamos con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia para defender un campo de independencia política frente al Estado. No nos diluimos en la convocatoria del peronismo porque no estamos dispuestos a lavarle la cara a gobiernos que protegieron al genocida Milani, sancionaron la ley Antiterrorista, mantuvieron intacto el aparato represivo y los servicios de inteligencia de la dictadura y se aliaron con la burocracia sindical que asesinó a nuestro compañero Mariano Ferreyra. No nos olvidamos de Luciano Arruga, ni del desalojo en Guernica, ni de Jorge Julio López. Tampoco aceptamos que esté ausente la denuncia a las centrales sindicales, cuyas direcciones han sellado un pacto colaboracionista con Milei, allanándole el camino a su ofensiva antiobrera.

Finalmente, marchamos el 24 de Marzo con la convicción de que habrá Memoria, Verdad y Justicia definitiva en este país el día en que los trabajadores estén en el gobierno y cambien la historia.

*Sofía Yalj Harteker, presidenta del Centro de Estudiantes del ISFD n°39 de Vicente López.