DUELE BOLIVIA

Ante la gravedad de la situación de la democracia en Bolivia, me permito algunas reflexiones simples, pero para ordenarnos, vayamos a los hechos:

1) Todo se inicia con el ilegítimo intento del presidente Evo Morales para acceder a un nuevo período presidencial tras haber perdido el plebiscito que lo habilitaría en febrero de 2016 por 51,3% contra 48,7%.

2)  En diciembre de 2017, y a pesar del resultado del referéndum, el Tribunal Supremo de Justicia, en base al Artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, dictaminó que todas los cargos públicos no tendrían límites de mandato a pesar de lo establecido en la Constitución, lo que le permitió a Morales postularse para un cuarto mandato..

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3) El 20 de octubre de este año, se realiza la primera vuelta de las elecciones presidenciales con Evo como candidato, Esto fue convalidado por la oposición que presentó sus candidatos.

4) Esa noche, durante el recuento de votos del escrutinio, el conteo se suspende sospechosamente cuando Evo no alcanzaba la diferencia necesaria para evitar segunda vuelta (45,28 a 38,16) con el 83,8% escrutado. El 21 de octubre de 2019, se celebró una conferencia de prensa del Órgano Electoral Plurinacional, que publicó datos del conteo rápido del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), indicando que con el 95.30% de los votos verificados, el MAS de Morales obtuvo el 46.86% de los votos sobre el 36.72% de la Comunidad Ciudadana de Mesa, superando los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar un segunda vuelta y, como resultado, Morales permanecería en el poder por un cuarto mandato. Finalmente con el 100% escrutado el Tribunal Supremo Electoral informó que Evo Morales había ganado con el 47,08 por ciento de los votos y Carlos Mesa obtenía un 36,51%, por lo que no correspondía una segunda vuelta entre ambos candidatos ya que  la diferencia entre ambos es de 10,57 por ciento, superando el requerimiento constitucional de una diferencia mayor al 10%.

5) A partir de esa fecha se inician movilizaciones reclamando por el fraude y la OEA ofrece realizar una auditoría sobre el proceso de escrutinio. También los seguidores de Evo Morales salen a la calle a exigir que se respete la “voluntad popular”. Se producen diversos enfrentamientos pero el sábado último, los grupos que exigen la renuncia del presidente y nuevas elecciones, antes del dictamen de la OEA, asaltan, saquean y queman casas de algunos alcaldes, de gobernadores y la casa de la propia hermana de Morales con la exigencia de que “Evo debe renunciar o seguirán atacando sus casas”. El presidente denuncia un golpe de Estado “en curso”

6) A primera hora del domingo 10, la OEA publica su dictamen indicando que hubo fraude en esa interrupción por agregado de actas falsas y el uso de un servidor no previsto en el proceso documentado que empieza a publicar “nuevos datos” incompatibles con la lógica del proceso. La OEA sostiene: “… la primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente, efectuándose la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral.”

7) Una hora después del informe de la OEA. Morales o anuncia la anulación de las elecciones y la convocatoria a un nuevo proceso y la renovación del tribunal electoral.

8) Siete horas más tarde, Evo Morales y su Vice renuncian por el clima de violencia y porque se lo exigen las FFAA y la Policía.

Evo es el presidente constitucional de Bolivia en pleno mandato, más allá de su intento fraudulento de reelección.

Por lo tanto:

1) En ningún caso las FFAA pueden ni deben exigirle NADA! Si Morales les hubiera dado una orden inconstitucional deben denunciarlo y pedir su destitución por el Congreso.

2) Si Evo Morales tiene responsabilidad sobre el fraude, debe determinarse su responsabilidad y la OEA y la oposición deben pedir su remoción por el Congreso.

Está claro que la oposición al presidente Morales tenía en sus manos la oportunidad de desalojarlo de poder, pero le teme, y para asegurarse cruzaron una barrera que ningún demócrata debiera utilizar, el poder de las armas para asegurarse que Evo renunciara.

Incluso queda el interrogante de si en próximas elecciones, esperemos que las haya pronto, Mesa, el candidato con mayor numero de votos de la oposición será el candidato o si asumirá ese rol el líder golpista Luis Camacho. Y en caso de acceder al gobierno alguno de ellos dónde residirá el poder? En manos del Presidente? De los militares? De los empresarios?

De todos modos resonarán en los oídos de Camacho las palabras del lider aymara Nelson Condori tras sellar un pacto para pedir la renuncia de Morales con un Compromiso de Respeto: “… este Compromiso no es para un día, si algún día, algún momento, Santa Cruz nuevamente se levanta con racismo, este chicote vas a probar, ¿me están escuchando? Los ponchos rojos y los huarurus te vamos a ajusticiar”.

Se que hay mucha gente que piensa que, en sus términos, “para desalojar al tirano”, todo vale. No pienso así. Están intentando corregir un delito (el fraude) con otro delito peor, el golpe de estado.

En definitiva… la democracia tiene mecanismos institucionales para tratar cualquier delito o incumplimiento de las autoridades democráticas. EN NINGÚN CASO, NINGUNA CONSTITUCIÓN PREVÉ QUE MILITARES, POLICÍAS O GUERRILLEROS POR EL PODER DE LAS ARMAS PUEDAN EXIGIR RENUNCIAS O DEPONER A NINGUNA AUTORIDAD CONSTITUCIONAL.

La democracia es un bien social que debe ser preservado. Si no aprendimos esto vamos a volver a cometer dolorosos errores históricos.

Por Lic. Jorge Arias Indice de Desarrollo Democrático de América Latina IDD-LAT Jarias@idd-lat.org