Por amor, por odio, por indiferencia se refieren a él.
Con amor, con odio, con indiferencia se refieren a él.
Fue “Cebollita” y termino como el Rey del fútbol mundial.
Por enfrentar a todos los poderes, y a los injustos.
Porque todos los gobernantes, sin importar color político, lo quisieron a su lado y lo alabaron.
Porque trascendió a la pobreza de los desposeídos, y a las riquezas de los que se creyeron dueños de todo.
Porque nutrió de ideas y razonamientos al más analfabeto, y al más intelectual.
Porque se creyó el ideólogo más Revolucionario, y la gente le creyó.
Porque el Papa Juan Pablo II recibió el beso en sus manos de todos los jugadores de Argentina, pero cuando llegó Diego Maradona, se inclinó y lo beso a él.
Porque durante todo un día y en plena pandemia, sólo hablaron de él y no de las andanzas internacionales del COVID-19.
Porque cada uno se cree un poco dueño de él, tanto para copiarlo como para criticarlo.
Y porque cada uno de nosotros podría dar clases de cómo se tendría que haber portado en su vida, pero no fuimos él.
Hoy, todos tendrán su excusa para amarlo, para odiarlo, para ser indiferente.
Pero ninguno de nosotros podrá sacarse de la cabeza, la imagen del DIEGO que nos acompañará hasta nuestro último aliento de existencia.
Por Roberto Rosso
