Todos reconocemos el derecho a un trabajo digno, ahora debe depender de ese trabajo para poder tener techo digno y comida de calidad? Como garantizarlo en una pandemia?
Cada día queda más demostrado de que NO, y que la renta básica universal es justa y necesaria, donde de los recursos que contemos como Nación debemos distribuirlos de manera tal que todas nuestras hermanas o hermanos de nuestra querida Argentina tengan techo y alimentación de calidad.
A la pandemia podemos sumarles otras amenazas, que dejan a claras que cada vez será más difícil generar empleos formales como los conocimos en el S.XX. Como ejemplos ya conocidos, la automatización del trabajo amenaza con dejar mucha gente ociosa. El paso de habitos de consumo del comercio a la calle a la compra – venta en línea también transformara pronto nuestros centros comerciales a cielo abierto (en países del norte ya viene sucediendo).
Sumemos a esto la real necesidad de re pensar nuestro sistema productivo basado en el extractivismo y la explotación sojera a base de agrotóxicos, es insostenible.
Es insólito, se celebra este dia por haber podido reducir la jornada 8 horas, y un siglo después estamos viendo que ya no seremos necesarios, las maquinas nos irán remplazando en gran cantidad de trabajos, que debiera hacer entonces el ser humano? De seguro, dejar de destruir el planeta.
El virus nos dio la posibilidad de parar la pelota, y entender que cada vez más necesitamos como sociedad entender que sin planificación no hay desarrollo, y trabajar junto a nuestros dirigentes y sector privado, y que en esta planificación debemos reconocer nuestros recursos, como hacer para que estos generen la mejor plusvalía para el distrito, región o nación, y de estos recursos plantear un desarrollo inclusivo y sostenible.
Por Guido Caffaro
