En un mensaje con motivo del Día Internacional de la Enfermería que se celebra hoy el papa Francisco exhortó a los gobernantes “a invertir en la salud como un bien común primario, fortalecer las estructuras y emplear a más enfermeras, para garantizar a todos un servicio de atención adecuado, respetando la dignidad de cada persona” .
En este momento histórico, marcado por la pandemia, escribe Francisco, “hemos redescubierto cuánto juega la figura de la enfermera, pero también la de la partera, un papel de importancia fundamental. Diariamente presenciamos el testimonio de coraje y sacrificio de los trabajadores de la salud, en particular las enfermeras y enfermeros, quienes con profesionalismo, sacrificio, responsabilidad y amor por los demás ayudan a las personas afectadas por el virus, incluso con riesgo de su propia salud. Prueba de ello es el hecho de que, lamentablemente es alto el número de trabajadores de la salud que murieron en el fiel desempeño de sus servicios”.
Dirigiéndose directamente a enfermeras y enfermeros, el Papa dice que “la responsabilidad moral guía su profesionalismo, que no se reduce al conocimiento científico-técnico, sino que está constantemente iluminado por la relación humana y humanizante con el paciente”.
“Ustedes, y también pienso en las parteras, están cerca de las personas en los momentos cruciales de su existencia, nacimiento y muerte, enfermedad y curación, para ayudarlas a superar las situaciones más traumáticas. A veces te encuentras junto a ellos mientras mueren, dándote consuelo y alivio en los últimos momentos”.