Nuestro país recorrió un largo camino de lucha a favor de la conquista de derechos de las mujeres y el año pasado se concretó un triunfo histórico: la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
Es importante destacar, en el Día de Acción por la Salud, algunos de los logros dentro de la salud reproductiva de las mujeres.
La ley de anticoncepción quirúrgica sancionada en 2006, permitió que toda persona mayor de edad pudiera acceder a la realización de la ligadura de trompas de Falopio. A finales del mismo año, otra ley a favor de los derechos sexuales y reproductivos fue sancionada y promulgada: La ley de Educación Sexual Integral. Esta establece que todos los alumnos y alumnas tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Municipal. También especificaba que la ley articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Y, recientemente, la tan esperada ley de IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), un derecho por el que se ha luchado durante varios años en la República Argentina. Esta constituye que las mujeres y las personas con otras identidades de género, pero con capacidad de gestar, tengan derecho a decidir la interrupción del embarazo previo a la semana catorce; requerir y acceder a la atención de la interrupción del embarazo en los servicios del sistema de salud, solicitar y recibir atención postaborto en los servicios del sistema de salud y prevenir los embarazos no intencionales mediante el acceso a información, educación sexual integral y a métodos anticonceptivos eficaces.
Dentro del marco de la ley de IVE, se sancionaron leyes que se encuentran a la par de este nuevo derecho, como la ley de los 1000 días. Esta ofrece acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños y las niñas a todas las mujeres y otras personas gestantes que no cuenten con los recursos necesarios o se encuentren transitando situaciones específicas contempladas por el plan. El objetivo fue bajar la mortalidad, malnutrición y desnutrición, así como prevenir la violencia y proteger el desarrollo emocional y físico.
De la misma forma, se estableció la ley de parto respetado, la que vela por los derechos de las madres, los padres y los recién nacidos en el momento del nacimiento. Lo hace garantizando, entre otras cosas, el derecho de respetar los tiempos naturales de un parto, a elegir a la persona acompañante en el trabajo de parto, que la familia reciba la información necesaria sobre el estado y la evolución del alumbramiento y el bebé. También el derecho a no ser discriminado y que se respete la identidad de la mujer o persona gestante.
A lo largo de los años se han conquistado importantes logros en torno a la salud reproductiva de la mujer. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer para que los derechos sean equitativos. Tenemos un gran desafío por delante y en los próximos años veremos enormes avances hacia la igualdad de género que beneficiarán a la actual y a las futuras generaciones.
Por Mayra Mariani – Concejal FR Todos Tigre