Del Ni una Menos a la Ley de Emergencia

El 11 de mayo de 2015 un tuit cambió el rumbo de las mujeres. Visibilizó una realidad, nos organizó y salimos a la calle para gritar Ni una Menos; salimos a la calle para poner en agenda que nos estaban matando.

Cada 3 de junio recuerdo ese día; sabía que nada iba a ser igual. Miles de mujeres (y muchos varones) nos encontramos frente a un Congreso violeta sin habernos visto nunca la cara. No nos conocíamos, pero nos movía el mismo sentimiento de angustia, desesperación y una profunda necesidad de gritar ¡vivas nos queremos!

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Es que algo extraño había en esos titulares mal llamados “crímenes pasionales”. Iban en ascenso mientras que vecinas, amigas, hermanas y compañeras estaban siendo asesinadas por “una simple” razón: por ser mujeres.

La lucha contra la violencia de género en la Argentina no tuvo su origen el 3 de junio de 2015, es un largo camino que venimos recorriendo desde hace muchos años. Sin embargo, el tuit de la periodista Marcela Ojeda, expresando su dolor tras el femicidio de Chiara Páez, nos permitió unirnos, organizarnos y dar nacimiento a uno de los movimientos políticos no partidarios más influyentes del país.

La convocatoria no solo visibilizó la problemática, sino que puso en agenda medidas concretas que estábamos exigiendo, pero de forma fragmentada. Fue una puerta que cruzamos juntas y sin miedo para exigir que nos traten con respeto e igualdad.

Durante la gestión de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires comenzamos a dar respuestas a las situaciones de violencia con políticas públicas específicas y en 2016 lanzamos el Plan Integral de Género. La Línea 144 comenzó atendiendo 30 mil llamadas y en 2019 habían ascendido a 200 mil. Además, se conformó una red de Hogares de Protección Integral para mujeres en situación de violencia y un fondo de emergencias para los municipios. Se llevaron adelante capacitaciones con el foco puesto en las fuerzas de seguridad y equipos docentes y se implementó un sistema de tobilleras duales para casos críticos.

El trabajo legislativo también marcó agenda. Desarrollamos políticas y procesos para incorporar la perspectiva de género en los asuntos de Estado. El 21 de marzo del 2019 sancionamos en la legislatura bonaerense la Ley Micaela para que para todas las personas que integran los tres poderes del Estado, en todos sus niveles y jerarquías, se capaciten en género y violencia contra las mujeres. Además, reglamentamos las licencias por violencia de género en el Poder Legislativo y articulamos con los municipios el Premio Julieta Lanteri; un proyecto para promover ordenanzas destacadas en materia de género, igualdad de oportunidad y derechos.

Hubo muchos avances desde aquel primer Ni Una Menos. Sin embargo, este año nos encuentra atravesando una emergencia sanitaria mundial donde la mejor manera de prevenir el avance del COVID-19 es quedándonos en casa. Desde el inicio de la cuarentena se registraron 57 femicidios, una realidad que duele y demuestra que las mujeres en situación de violencia de género se encuentran más desamparadas.

Por eso, aprobamos la Ley de Emergencia en Violencia de Género, un proyecto impulsado por el bloque de Juntos por el Cambio y aprobado por unanimidad en ambas cámaras para acompañar con más recursos a esas mujeres.

Hoy contamos con una mayor promoción de los canales de denuncias, con subsidios específicos para atenciones urgentes y con una reasignación de recursos para los hogares de protección de la Provincia. En definitiva, esto es posible gracias a la unión, el trabajo y la organización de miles de nosotras.

Son muchas las deudas pendientes frente a la desigualdad, en todos los ámbitos. Sabemos que el camino es largo y difícil pero también sabemos que lo vamos a seguir recorriendo, juntas y sin miedo.

Por Lic. Daniela Reich – Senadora de la Provincia de Buenos Aires