Hay muchas situaciones que conviven en Provincia de Buenos Aires. Simplificar es equivocarse. Algunos conocen más que otros. ¿Cuánto conoce Sergio Massa de lo que está sucediendo? Buena pregunta para comenzar.
El conurbano bonaerense vuelve a estar en el centro de la atención. Una vez más, como si no fuera una constante.
En especial, desde la reforma de la Constitución, en 1994, año tras año, el conurbano se convirtió, cada vez más, en el territorio de la Argentina donde se define el poder y el gobierno.
La más reciente elección presidencial lo marcó con claridad al obtener allí el Frente de Todos el 80% de la diferencia que le permitió ganarle a Juntos por el Cambio.
En este 2021, no será la excepción; y es por eso que todas las miradas apuntan a dicho territorio.
Incluso, en el lío interno que tiene hoy la oposición, todos los candidatos “taquilleros” buscarán encabezar listas en la provincia. Aún persiste el ‘enigma Vidal’, que no tendría mucho margen para no hacerlo.
¿Vivir en el conurbano es vivir en Africa? No. Es vivir en la representación de la Argentina instalada en pocos kilometros cuadrados.
Duhalde
Alguna vez, Eduardo Duhalde, cuando era gobernador bonaerense, solía referirse en sus recorridas por los distritos del GBA, al “crisol de razas” allí representado.
Es decir, desde todas las provincias y países limítrofes arrivaban en la búsqueda de un horizonte mejor. Para estar cerca de la Ciudad de Buenos Aires, la Meca. Quizás por el refrán popular: “Dios está en todos lados, pero atiende en la capital federal”.
Justamente, Duhalde, antes alcalde de Lomas de Zamora, fue el primero que entendió con claridad el peso político de esa región. Y avanzó en la construcción de dos ligas, la Federal y la LIPEBO para conducir, él mismo, las dos alas.
Eso sí, a la hora de la elección de los candidatos para sucederlos, tomó la metáfora anterior. Es decir, eligió a representantes que provenían de la Ciudad Autónoma.
Otro ejemplo de aquellos tiempos fueron las nuevas fragmentaciones de los distritos, creando nuevos municipios, que le permitieron eliminar de escena a quienes eran sus adversarios internos. Bastaba con lograr que ganaran en las nuevas comunas, intendentes municipales que no discutieran su liderazgo.
La lógica impuesta por Duhalde, la siguió Néstor Kirchner, la heredó Cristina Fernández de Kirchner, la desafió Sergio Massa y hoy se discute quién se queda con ese control.
La entronización de Máximo Kirchner en la presidencia del PJ provincial tiene que ver con eso.
También es un mensaje subliminal hacia Alberto Fernández y el resto dl peronismo.
La idea de terminar con la dicotomía Peronismo vs. Kirchnerismo arrastraría, en la teoría, a todos aquellos que, en algún momento, presentaron matices distintos y hasta se animaron a enfrentarlo… siempre que a la economía argentina le vaya más o menos bien. No es una teoría a prueba de imprevistos.
Sergio Massa
Aún persisten algunos atisbos de resistencia a este avance. Cuidado: a Máximo Kirchner sólo le resulta útil emerger del 100%. Si emerge del 99% no le sirve. Esto es lo que todos saben pero la mayoría callan.
Reuniones entre jefes comunales del Gran Buenos Aires se suceden por estas horas. Será el último intento de empujar una línea interna que se base más en Alberto Fernández.
Los resultados aún no están garantizados.
Sergio Massa busca quedar fuera esta interna. Desde 2013 él se fue del PJ al Frente Renovador y decidió nunca más regresar al PJ.
Entonces, es lógico que Massa haga los mayores esfuerzos para sostener la identidad del Frente Renovador, surgimiento electoral basado en el Gran Buenos Aires.
Por ese motivo prepara un Congreso provincial para el mes de febrero, y también habrá uno en el orden nacional.
En Buenos Aires, su base electoral más importante, lo presidirá el ex intendente de San Fernando, Luis Andreotti.
Otro hombre con experiencia en la conducción de distritos es Pablo Mirolo, de La Banda, Santiago del Estero, que presidirá el Congreso nacional del Frente Renovador.
En las cercanías de Massa sostienen que el objetivo será trabajar en la convivencia de todos los sectores del gobierno y ya se habría acordado con Alberto Fernández, tras un encuentro que duró cerca de 3 horas.
Tal como nos preguntábamos en una nota hace dos semanas, ¿Quién se queda con la 3ra. vía?
Sergio Massa no se resigna a perder ese lugar, aún cuando el Frente Renovador integre el Frente de Todos, donde crece cada día la notoria influencia de Cristina Kirchner que, pese a ser tan notoria no ha conseguido ni el cambio de gabinete que pidió 2 veces, ni desplazar a Marcela Losardo del Ministerio de Justicia ni mejorar su situación judicial, etc. etc.
Sí consiguió dinero para la gestión bonaerense de Axel Kicillof y mejorar su jubilación aunque la ANSeS y la Procuración del Tesoro tendrán que apelar cuando concluya la feria judicial.
La avenida del medio
Hay un activo que en el Frente Renovador creen tener por encima de Cambiemos en el territorio bonaerense para una agenda de centro: exhibir resultados concretos en áreas de gestión.
Por ejemplo, la seguridad en municipios. En Nación, el Ministerio de Transporte, comenzando por la administración de los Ferrocarriles. Y la gestión de la empresa AySA.
La escala de 2021 será necesaria para la instalación de candidatos hacia el 2023 y en el massismo buscarán exhibirlo en los Congresos partidarios. Para el encuentro bonaerense anuncian la presencia de 14 intendentes y 14 legisladores provinciales.
Pero no sólo hay quienes trabajan en preparativos preelectorales 2021. Se han comenzado a anotar varios candidatos para la sucesión de Axel Kicillof en 2023. Sí, leyó bien. Para dentro de 3 años.
A medida que la crisis económica avanza en la Argentina, la dependencia del Estado se hace cada vez mayor.
El interrogante es cómo impactará una crisis no resuelta de la economía. ¿Quiénes quedarán en pie? ¿Quiénes serán responsabilizados por la gente? No es un dato menor.
Es una realidad que suelen capitalizar los oficialísimos. Pero en el Mapa del Conurbano conviven todo tipo de situaciones.
No sólo aquellas escenas que muestran la extrema marginalidad y pobreza. De hecho, esas características suelen estar pegadas a onerosos barrios privados. Y se traduce a la hora de la elección.
En distritos del conurbano se repite lo del mapa nacional: las centros más urbanizados suelen ser proclives a votar candidatos de centro o moderados.
Al peronismo le cuesta mucho triunfar más allá de los barrios populares. Eso es lo que sabe Massa, y el Frente Renovador hace su juego… si puede.
Reducir el análisis de un territorio tan diverso a un escenario uniforme sólo revela desconocimiento. Además, es injusto.
