Lo que está en cuestión, entre signos de interrogación, es la democracia misma. El público ha reaccionado con asombro y/o estupor ante un ex presidente que espeta sin ningún rubor que en 2021 no habrá elecciones en Argentina y si un golpe de Estado.
Sin embargo, esas declaraciones no son improvisadas ni carecen de fundamento, por lo menos desde la intencionalidad de quienes se lo mandan a decir. ¿Cómo? Ahhhh ¿Qué Ud, no sabía que Duhalde es un buchón de los factores reales de poder? Bueno, si vivió en esta sufrida Patria durante los 90’ no puede desconocerlo. Sí, no es casualidad que el “Negro” o el “Cabezón”, como gusten llamarlo, salga con esto, dos días después de un DNU a través del cual un gobierno popular intenta garantizar un mínimo de igualdad en el acceso a internet, cable y telefonía para les Argentines afectando intereses de los dueños del Poder. ¿Presidente? “Puesto menor”, le espetó en la cara Magnetto a Carlos Menem, alguna vez.
La Democracia, que valga la aclaración dejó de ser popular en el mundo hace muchos decenios, ya no tiene razón de ser en un mundo en el cual el futuro de la humanidad (Aniquilación, según Berardi, Dussel, De Sousa Santos y sigue la lista) lo decide el mercado. Es la rentabilidad, el incremento de la tasa de ganancia, lo que guía desde las acciones individuales de cada uno de nosotros, hasta las lógicas más abstractas y oscuras de Wall Street. Y eso es la selva!! Ahí no hay reglas de juego, ni principios morales sobre los cuales construirlas. Uruguay se encuentra inmersa en una espiral de violencia inédita, grupos de cobardes salen por las noches a rociar con combustible y luego quemar vivos a los mendigos que duermen en las calles de Montevideo y ya se han formado milicias civiles, ante la inacción del Ministro de Interior, con el objetivo de cazar militantes del Frente Grande. Según el filósofo italiano Berardi (2020) EE.UU tiene asegurada una guerra civil en su futuro inmediato. En Chile, la pandemia le salvó las papas a la administración de Piñera. Así están las cosas. En ese escenario, y echando una miradita a las últimas manifestaciones de la derecha psicótica (Las consignas no importan, lo que hay que tener en cuenta en ellas es su intensidad en tanto poder destituyente), los videos grabados en España en los cuales pintan a la Argentina como una dictadura peor que la de Maduro en Venezuela, una oposición que se niega al ejercicio de la democracia en el parlamento (No debatir en el parlamento es negarle legitimidad a la Democracia, no al actual gobierno), cuatro años pasados de aniquilación del estado de derecho, y un expresidente operando desde el centro del mundo para destituir a este Gobierno, son razones suficientes para no tomar tan a la ligera la amenaza del establishment vomitada esta vez por su buche, Eduardo Alberto Duhalde (24/08/20) y diario la Nación (23/08/20).
Por Jose Manuel Grima – Ricardo Arias – Agrupación Sudeste – Invierno 2020
