Cómo podía yo sospechar que aquello que parecía tan mentira era verdadero.
Julio Cortázar 1963
Es difícil resolver un problema cuando La Nación y Clarín ocultan o desinforman lo que está pasando en el mundo y en Argentina.
La pandemia es una cuestión cultural y política que afecta a todes. No es una guerra, pero es gravísima. La crueldad que manifiestan los que dominan el poder real y comunicacional, con la propaganda antivacunas y anti Salud Publica lo empeora todo.
Los actos de ese poder parecieran los propios de los históricos usurpadores de los derechos del Pueblo Argentino escritos en el Preámbulo.
Compartamos cuestiones focales, desde experiencias focales en otros países, por ejemplo, EEUU.
En EEUU una farmacéutica, notó un problema en su tarea de vacunadora: aproximadamente de 15 a 20 vacunas se tiraban al final de cada sesión de vacunación. Eso se debía a que la cantidad de dosis que ella y sus compañeros de trabajo habían preparado, según el protocolo establecido por el gerente de la farmacia para la que trabaja, excedió la cantidad de personas que se presentaron para ser inoculadas.
Sus colegas se dieron cuenta de que, si preparaban solo uno o dos tandas a la vez, en lugar de 20 o más, como habían estado haciendo, podrían evitar desperdiciar la mayoría de las dosis.
Si lo hacía de un frasco a la vez a medida que llegaba la gente, nunca tendría más de cinco o seis inyecciones adicionales al final de cualquier vacunación. Serian lo suficientemente pocas como para que pueda encontrar rápidamente a los destinatarios de reemplazo, por lo que no tendría que tirar las dosis.
En Argentina, en los vacunatorios, a los inmunizadores se les indica que preparen la cantidad justa de dosis a la vez, y se realizan siguiendo las listas de espera del registro público que hay en cada distrito y cada sitio de vacunación para hacer uso de cualquier dosis adicional. Afirmando en acto que el derecho a la salud es un derecho universal que tiende a ser equitativo y justo.
Es posible decir que la experiencia es útil. Salvo en CABA, (¿hay black Monday vacunatorio?) porque es imposible decir casi nada con certeza sobre las prioridades y el lanzamiento de las vacunas en la capital. Debiendo agradecer la falta de datos precisos en parte a los poderosos de la comunicación y percibiendo que en éste sector de nuestro país la salud no está intentando ser ni equitativa ni universal.
En EEUU, la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dice que, debido a fallas en la planificación y del monitoreo, el gobierno federal ha perdido la pista de unos 20 millones de dosis de vacunas que se entregaron a los estados durante la administración Trump.
Dicen -Si no sabemos dónde se han ido las dosis, ¿cómo podemos saber qué parte se ha perdido, tirado o incluso robado? Y si no sabemos dónde, cómo o por qué se está produciendo ese desperdicio, ¿cómo podemos esperar minimizarlo. Lo mismo ocurre con la equidad de vacunación-.
En Alemania, “Las cosas van mal” son las palabras de la canciller Angela Merkel de Alemania, fue hace días, al examinar la situación del país a fines de enero. Lo dijo con precisión. Alemania, el miércoles prolongó su bloqueo actual hasta marzo; los casos se han disparado, más de 50000 personas han muerto.
¿No fue Alemania líder mundial en el control de la pandemia durante la primera ola? ¿No disfrutaron los alemanes de un verano bastante normal con viajes y reuniones con amigos en las cervecerías al aire libre? ¿No volvieron sus hijos a la escuela, como de costumbre? Si. Pero llegó el otoño, y las cosas empezaron a ir mal. Y no fue mala suerte. Fue la política.
En EEUU, no se sabe aun exactamente qué tan graves son esas disparidades, solo aproximadamente la mitad de todas las vacunas registradas hasta ahora incluyen datos raciales, y no saben qué hay detrás de esa brecha. Algunas personas culpan de la inequidad a la vacilación de aceptación de las vacunas en las comunidades marginadas como efecto de las campañas anticuarentena; otros señalan los sistemas de registro en línea y por los horarios para registrarse que dificultan el acceso a las vacunas para los estadounidenses de bajos ingresos
En Alemania, cuando el virus arrasó Europa, los políticos alemanes actuaron con rapidez y con una unidad poco común. En marzo 20, se cerraron escuelas, restaurantes y se prohibieron las reuniones de más de dos personas. Después de unas semanas, los casos disminuyeron y el país comenzó a reabrirse gradualmente. Durante el verano, hubo muy pocas restricciones y muy poco Covid 19. Ahora “las cosas van mal”
En Argentina las vacunas se han planificado desde el Estado Nacional Argentino y lo conocen los funcionarios y el conjunto popular en sus organizaciones federales. ¿Lo que sucede en EEUU podría haber sucedido en Argentina? Quizás. Pero no sucede.
Desde el gobierno de A.F. se hizo una revisión integral del sistema de vigilancia de enfermedades de la Nación Argentina, una actualización masiva de la infraestructura de datos y una reinvención de la autoridad de salud pública abandonada por el macrismo. Y durante la crisis, se profundiza la capacitación del personal esencial y del pueblo en general.
En Argentina se exige que el movimiento de vacunas sea monitoreado rigurosamente e informado constantemente. Los funcionarios de salud tienen la autoridad para exigir una acción eficiente, se construyó una plataforma poderosa para exponer posibles errores y brechas y ayudar a solucionarlos, especialmente ahora que se sabe de la presencia de fanáticos anti cuarentena. Y de políticos que vociferan de modo oscuro fangoso el envenenamiento a través de la SPUTNIK V.
Las medidas en salud y macroeconómicas, tomadas en conjunto, podrían ayudar a que la Nación Argentina se acerque mucho más a su objetivo final de controlar con esta pandemia.
Por difíciles que suenen las cosas de la pandemia en sí y por la acción destructiva de los anti cuarentenas, hay una gran razón para seguir poniendo en acción la esperanza en este momento político. Se ha instalado la cultura del cuidado mutuo, están llegando más vacunas, y el recuento de casos y el recuento de muertes finalmente se están estabilizando. Existe una buena posibilidad de que más niños regresen a la escuela en otoño y que en todo el país se pueda trabajar de manera más o menos normal el próximo invierno. Nada será sin contrariedades.
Igual el sistema de Salud de la Nación Argentina permanece activo y sereno, en una lucha urgente contra el virus y la necedad de algunos. El objetivo es poder vacunar a las personas lo más rápido posible y limitar la capacidad del virus para mutar y propagarse.
En el mundo en este momento, el virus todavía tiene la ventaja.
En Argentina la oposición política (Macri-Bullrich-Carrió) y el poder negacionista no colabora. Estos,Todos Juntos con Clarín y La Nación, arman un escenario que intenta agrietar la Cultura del Cuidado Mutuo.
En Argentina el presidente Dr. Alberto Fernández y los trabajadores esenciales continúan con el plan de” abajo hacia arriba” que comienza priorizando las necesidades de salud y económicas estimadas de la población toda.
Por Dra. Carolina Catovsky – Dr. Ricardo Arias – Agrupación Sudeste – Verano 2021
