Cuarentena y Vigilia por la Clase Politica

En un tiempo pasado, no muy lejano, gran parte de la sociedad aceptaba y apoyaba medidas políticas y económicas que lo afectaban de manera directa. Esto lo hacían por odio quizá, como efectos de la grieta. El odio es una emoción que en el campo de la reflexión ética se comprende como inadecuada. La otra gran parte de esa sociedad, los criticaba con justa razón. Hoy, ese otro grupo es quien apoya con ferviente adoración a que la clase política conserve sus sueldos, no toque sus beneficios salariales, ni sea parte del sacrificio que piden.

Estamos frente a una gran crisis sanitaria que llego en la agonía económica. Hoy, irremediablemente, comerciantes bajaran sus persianas, trabajadores independientes perderán sus clientes y pequeñas y medias empresas bajarán sus niveles productivos y aumentaran los precios mientras puedan subsistir.

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Alberto Fernandez en entrevista radial con Bonelli se desprendió sin tapujos del reclamo sobre los sueldos de los políticos. Plantea otra vez la grieta como base argumental. Nadie pone en dudas, en principio, su compromiso con la función que ejerce, para la cual fue voluntariamente candidato. Tampoco le da validez a su base argumental que, aquel o aquellos otros, habiendo ocupado su lugar o sus lugares, hubiesen obrado de manera indecorosa en ese momento pasado. Sencillamente, Alberto Fernandez se niegan a resignar partes de su sueldo, en representación de la Clase Política, que incluye a propios y ajenos. Esto, creo yo, se debe principalmente porque a la clase trabajadora si se le puede pedir el sacrificio, a los jubilados: el esfuerzo. A los empresarios resignar ganancias y a la clase media emprendedora quemar ahorros o fundirse, pero, sin embargo, a la que no se le puede pedir nada más que cumplir con sus obligaciones, asumidas de forma libre y voluntaria, es a la Clase Política. Esto se debe principalmente a que entre bueyes, es prudente, que no haya cornadas, más aún en temporada alta de crisis.

Hábil el operador que plateo el dilema y mando a los caceroleros al frente. Hábil y seguramente beneficiado también por la solidaridad de clase (política) que mostró hoy Alberto, (hoy y tantas otras veces). Solidaridad que se extiende de ambos lados de la grieta. Una grieta tan maravillosa para argumentar falazmente y seguir recibiendo el apoyo de los que lo apoyan de manera incondicional.

Es una situación difícil se empiezan a ver algunos hilos para quien se animé a verlos. 

Una pregunta importante como ciudadanos es la siguiente: ¿Cuánto hay de cierto en que se cuida la vida de los argentinos por sobre la economía? Podríamos pensar entonces en los agroquímicos, en la explotación minera a cielo abierto, en los basurales a cielo abierto, podríamos pensar en los hospitales desmantelados, en el crecimiento de enfermedades como el cáncer y la leucemia y sus causales que no son del todo claras, aunque acontece en tiempos de comida industrializada, tecnologías en los bolsillos y poderosas farmacéuticas trasnacionales. Podríamos pensar también en las rutas y en las muertes por falta de seguridad y señalización vial. Pensar en los abuelos que deben sacar un turno con meses de anticipación, podríamos evaluar el costo de la medicina prepaga y el gran esfuerzo que hacen las familias. También podríamos evaluar las muertes por patologías perfectamente controlables con medicamento imposibles de pagar para muchos. Entonces, al menos yo, llego a la conclusión de que a la Clase Política no le interesa la salud de las personas, solo les preocupa que el colapso sanitario, no los haga caer a ellos.

SOBRE EL AHORRO, LOS EMPLEADOS Y LA SUSPENSION DEL INICIO DE CLASES

Como hablábamos con un amigo abogado, nadie que quiera realmente a su amigo puede en este tiempo recomendarle usar los ahorros de su empresa para levantar cheques, pagar créditos, alquileres e impuestos. Hoy los ahorros son en resguardo y respaldo para el sustento familiar. Hoy los ahorros, inclusive el capital de trabajo, está a resguardo de la seguridad alimenticia y habitacional de los propios. ¿Por qué digo esto? Porque, en verdad, no se sabe cuándo ni cómo se sale de la situación actual. No hay horizontes claros.

Esto está pensado en el supuesto de que los ahorros estén. Ahora bien, aquel que “quemo” todo para llegar hasta este tiempo y para ver el florecimiento del consumo promocionado por el gobierno electo, sencillamente le han cortado de mano y menos diez, o lo que es peor, su compañero de truco le paso mal la seña y ya tiro.

La Clase Política solo propone herramientas financieras con intereses, dado que el principio de usura tiene que ver con su contexto y más allá de que las tasas expuestas parezcan bajas, estamos en un hilo muy finito. Además, brinda herramientas a las cuales es imposible acceder, por el arrastre de créditos y deudas que la mayoría sufre. Así, los anuncios de préstamos para el pago de salario son aptos solo para los grandes empresarios, contra los cuales, ellos mismo, alzan banderas de guerra. Otra pregunta filosófica que se desprende de esto es: ¿Cómo le decían en el barrio a los que de boca amenazan a los grandes y les pegan en el potrero a los más chicos?

Sumemos a este complejo escenario la propuesta de una salida lenta de la cuarentena, donde, por ejemplo, los colegios no abran. ¿Quiénes pueden trabajar sin llevar a sus hijos al colegio? No será esta salida paulatina otra herramienta para pasarnos la pelota, comunicando que ya se puede trabajar y que, si no se vende, si no se reactiva o no se producen ingresos es por culpa de la mala atención, los altos precios o por la falta de Mercadopago. Me huele a que esta medida busca quitarle a los comerciantes, trabajadores independientes y pequeñas y medianas empresas los argumentos para justificar su caída y otra vez lavarse las manos. Esto se dará siempre y cuando, el espíritu de clase que mostró el Presidente no lo tengan los comerciantes y pequeños empresarios.

Ya algunos hablan de dejar caer todo: cheques, impuestos, alquileres, entre otros compromisos. Realmente esto, parecería más necesario que extremista.

Porque, pensemos juntos: si caen pocos quemando napas, o muchos paulatinamente, digamos, si mueren las empresas y comercios día a día, de cáncer, en un accidente vial, por una apendicitis mal tratada, sin medicamento de HIV, por pulmonías mal atendidas o como consecuencia de las demoras interminables y falta de insumos en los hospitales públicos, nadie va a hacer nada, la Clase Política, no va a hacer nada más que dar anuncios demagógicos y sin instrumentación posible.

Por Martin Althaparro