Cuando el carro rueda, los melones se acomodan

Esta frase corre hasta en la política argentina.

En las últimas horas antes del cierre de la presentación de frentes electorales para las elecciones primarias de agosto, las fichas del tablero político se acomodan e intercambian con una dinámica propia.

Dinámica propia de las “camarillas políticas” que la sociedad identifica con las formas de la política que critica y repudia. Es lógico, en dos semanas el kirchnerismo, una parte del movimiento obrero y los intendentes bonaerenses ampliaron su frente electoral poniendo a un crítico de la gestión de la expresidenta como candidato a presidente a la fórmula que llevará a ella de vice. Lo que amplió su fuerza con los gobernadores que se sumaron a la candidatura, que hasta el momento se habían distanciado en su mayoría de CFK. Luego, abrió las negociaciones con Sergio Massa, que lleva unos cuantos días de dichos y versiones encontradas. Luego, el gobierno nacional dejo correr versiones que presentará compañero de fórmula a un radical, que al parecer se negó. Después, tanteo al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, hasta que se quedo con el vice puesto de Alternativa Federal, el Senador Miguel Ángel Pichetto. Lo anunció Mauricio Macri por la red social twitter cerca de las 16 hs. Quería adelantarse al anuncio próximo de Sergio Massa de integrar al Frente Renovador a una alianza con la fórmula peronista de Fernández-Fernández. Además de mostrar la fortaleza de sumar un “espacio político” más a Cambiemos. Más ahora que es difícil enojarse, mas ahora que ya no queda adonde ir. 
El anuncio que estaría por concretarse de un acuerdo entre Massa y los Fernández posicionaría al peronismo con amplias chances de alcanzar la presidencia. Será para los propios un gran paso hacia esa victoria y para los ajenos un “golpe moral”.
La audacia reina por estas horas en las arenas de la política nacional. Hoy, más que nunca, no hay tiempo ni lugar para posturas intermedias, no habría ni la irrupción de una tercera fuerza ni una “ancha avenida del medio”. Porque dos modelos estarán en pugna. Lavagna y Urtubey podrían llegar a un acuerdo, un espacio que intente canalizar el espacio que abandonó el tigrense y el rionegrino, cada vez más pequeño, por cierto. Parece que también en esta comedia dantesca “a los tibios los vomita dios”.

brickel

Alejandro (Gringo) Cabillia